Sin dudas se trata de uno de los productos más consumidos en esta época del año. Aunque parezca algo de elaboración industrial, existen algunos aspectos que marcan la diferencia.
Si hablamos de clásicos de las Fiestas, la sidra sin dudas está en el podio y presente en cada mesa argentina a la hora del brindis. Y aunque se puede pensar que cualquiera puede ser lo mismo, a la hora de descorcharla existen algunos atributos que hay que tener en cuenta y marcan un diferencial en la calidad.
“Estamos viviendo una verdadera revolución en la categoría, donde Sidra 1888 fue pionera. Hoy es posible encontrar nuevas propuestas, inclusive marcas artesanales que empiezan a hacerse su lugar dentro del mercado. Este crecimiento nos pone muy contentos ya que permite tener propuestas diferenciales y de valor, además de fortalecer a la industria. Nuestros esfuerzos están enfocados en seguir creciendo y aportar valor para nuestros consumidores a través de la innovación, trayendo nuevas propuestas y nuevos formatos de consumo”, dijo Vanina de Martino, Gerenta de Marketing de Sidras, Vinos & Spirits de CCU Argentina.
Las claves para identificar una buena sidra
Materia prima: la selección de las manzanas determinarán el perfil de sabor, ya que cada una aporta rasgos distintivos a la bebida de origen, así como sucede con todos los productos alimenticios.
Receta: sin dudas, cada receta hace un producto único. El proceso de elaboración se puede diferenciar por la fermentación, el uso de un tipo u otro de levadura y las proporciones de materias primas, más allá de la manzana.
Presentación: hoy en día es posible encontrar en el mercado presentaciones clásicas como las de 750 cc y el formato de 500 cc, lo que contribuye a nuevas ocasiones de consumo, ya sea individual o por fuera de las fiestas.