Muchas veces nos hemos encontrado con la posibilidad de disfrutar de la bebida, pero la falta de sacacorchos nos ha puesto en problemas. Soluciones con elementos cotidianos.
Al momento de abrir una botella de vino, siempre y cuando no tenga tapa a rosca, claro está, el sacacorchos se convierte en un elemento imprescindible. El utensilio facilita la tarea de sacar el tapón que contiene el líquido, pero más de una vez nos puede haber pasado que no contamos con esta herramienta.
En caso de no tener un sacacorchos en casa o haberlo olvidado en alguna salida, existen maneras de quitar el tapón y no fracasar en el intento. Así, entra en juego el ingenio para evitar que el corcho quede a mitad de camino, se rompa o se desgrane dentro de la botella, llenando el vino de restos indeseados a la hora de tomarlo.
Cómo abrir un vino sin sacacorchos
Siguiendo una serie de tips y utilizando elementos que podemos tener en casa, te presentamos cinco formas de abrir un vino sin tener sacacorchos.
- Tenedores y cuchillo: se trata de uno de los métodos más tradicionales y usados por los amantes de la bebida, aunque puede ser peligroso. Hay que clavar el cuchillo, de preferencia de serrucho, en el centro del corcho y luego colocar un tenedor de cada lado para construir una especie de manijas que nos ayuden a girar el cubierto. Una vez que el corcho comience a dar vueltas, hay que tirar hacia arriba.
- Zapato o zapatillas: aunque no es el más recomendable, puede ser muy efectivo. Se debe colocar la base de la botella en el interior del zapato o la zapatilla para no romper el vidrio del envase. Una vez bien colocada, hay que golpearla contra la pared para liberar la presión hasta lograr que el corcho salga lo suficiente para poder sacarlo de forma manual. El zapato o zapatilla funciona como amortiguador del golpe.
- Llave: en este caso hay que clavar la llave de manera diagonal en el corcho hasta la parte superior y luego tirar de él, sujetando el cuello de la botella para que no se rompa.
- Clavos y martillo: con tres o cuatro clavos cortos y un martillo es suficiente. Hay que clavarlos de manera suave en línea sobre el corcho. Una vez sujetos, utilizar la parte del martillo para sacar clavos. Agarrarlos, mientras se sujeta el cuello de la botella, y comenzar a hacer palanca girando la botella para sacar el corcho.
- Fuego: con un encendedor o un soplete también se puede abrir una botella de vino. Para esto solo hay que calentar el cuello de la botella hasta conseguir que el corcho salte. Cabe aclarar que con este método es posible que se alteren las propiedades sensoriales del vino por la exposición a las altas temperaturas.