Puede decirse que el vino biodinámico no es solo un tipo de vino, también es toda una filosofía de vida que conjuga sostenibilidad, trabajo y ciencia.
Los vinos biodinámicos siguen el principio de que todo lo extraído de la tierra debe regresar a ella, prescindiendo de procesos industriales. La agricultura biodinámica, está basada en las teorías de Rudolf Steiner, considera las granjas como organismos complejos interrelacionados, donde se destaca la armonía entre animales, plantas y suelos. Evita el uso de herbicidas y pesticidas, alineándose con otros enfoques ecológicos.
Este método tuvo sus inicios en 1924, cuando Steiner ofreció conferencias sobre agricultura en Silesia en respuesta al deterioro de la calidad de los cultivos debido a fertilizantes químicos. Desde entonces, la práctica se ha extendido a 50 países, con Demeter International certificando métodos biodinámicos a nivel global.
El calendario biodinámico, concebido por Rudolf Steiner y refinado por María Thun, se centra en aprovechar los efectos de la luna en la tierra y los cultivos, basándose en los ritmos de las constelaciones, planetas, luna y sol.
En cuanto al vino biodinámico, su elaboración no difiere significativamente de los vinos tradicionales. La diferencia radica en el cultivo equilibrado y respetuoso de la vid, sin fitosanitarios químicos. La viticultura biodinámica utiliza un ecosistema de plantas con valor medicinal para los viñedos.
Rudolf Steiner desarrolló 9 preparados biodinámicos, recetas destinadas a preparar campos o proporcionar composts naturales con ingredientes como azufre, dientes de león o cuerno de vaca. La estructura de las bodegas biodinámicas sigue formas curvas, sin esquinas, simbolizando la infinitud del espacio.
La presencia de paja y pasto en las bodegas, especialmente en la periferia, es considerada esencial. Estos elementos absorben la energía solar durante el día para luego irradiarla por toda la bodega durante la noche.
El vino biodinámico ofrece una perspectiva sostenible de la viticultura, en armonía con la tierra y el universo, sin sacrificar calidad y sabor.
Calendario biodinámico
El calendario biodinámico es una forma de comprender y de aprovechar los efectos que sobre la tierra y los cultivos tiene la luna. Fue el propio Rudolf Steiner quien planteó que aprovechar los ciclos naturales era la mejor manera de vivir y de desarrollar la agricultura.
Steiner se basaba en los ritmos de las constelaciones, de los planetas, de la luna y del sol para organizar la producción agrícola.
Tras las investigaciones de Steiner, fue María Thun la que diseñó un calendario biodinámico, muy relacionado con el lunar.
El calendario biodinámico sostiene que las constelaciones tienen una gran influencia sobre los 4 principales elementos: aire, fuego, tierra y agua. Esa influencia es mayor en algunas partes de las plantas. Así, las constelaciones pueden dividirse en 4 grandes grupos:
- Capricornio, Tauro y Virgo son constelaciones de raíz.
- Piscis, Cáncer y Escorpio son constelaciones de hojas.
- Aries, Sagitario y Leo son constelaciones de frutos.
- Libra, Géminis y Acuario son constelaciones de flores.