Sin dudas, una de las manchas más difíciles de quitar es la del vino. Sucede que a veces, inclusive, podemos llegar a empeorarla.
Una de las características más complicadas de las manchas de vino es su capacidad para infiltrarse rápidamente en las fibras de la tela. Si no se limpian de inmediato, pueden fijarse permanentemente en nuestros muebles o ropa.
A continuación, una explicación en detalle de lo qué no debes hacer y cómo actuar correctamente cuando ocurra un accidente con vino sobre tapicerías o prendas, para que la mancha no quede de por vida sobre nuestras telas.
Lo que no debes hacer
- No esperar: el tiempo es crucial. Cuanto más se tarde en actuar, más difícil será eliminar la mancha, ya que penetra rápidamente en las fibras de la tela.
- No aplicar calor: el calor no acelera el secado de la mancha como se podría pensar. Al contrario, provoca reacciones químicas que pueden fijar la mancha permanentemente.
- No frotar: frotar la mancha solo hará que el líquido se expanda a áreas no afectadas y penetre más profundamente en el tejido. Esto complicará aún más la limpieza.
Lo que debes hacer
- Absorber el líquido: lo primero es aplicar una sustancia absorbente sobre la mancha. Puedes usar sal, bicarbonato de sodio o polvo de talco para absorber el vino rápidamente. También sirven el jabón seco para lavadora o incluso la arena para gatos.
- Aplicar sal: la sal es particularmente efectiva para absorber la humedad. Una vez que la sal ha hecho su trabajo, lavar la prenda será mucho más fácil y la mancha desaparecerá con mayor probabilidad.
- Tratamiento para manchas secas: si la mancha ya se ha secado, humedece la zona con una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre blanco. Luego, utiliza un detergente que contenga oxígeno activo para lavar la prenda.
Actuar rápidamente y seguir estos pasos puede ayudarte a mantener tus muebles y ropa libres de manchas. La clave es no dejar que el vino se impregne y utilizar los productos adecuados para absorber y limpiar la mancha eficazmente.