Cuáles son los dos tipos de vinos que no hay que guardar por mucho tiempo y por qué

Cuáles son los dos tipos de vinos que no hay que guardar por mucho tiempo y por qué
Existen dos tipos de vinos que no se deben guardar por demasiado tiempo. - Archivo / Los Andes

Si bien es cierto que los vinos mejoran con los años, esta afirmación no aplica a todos los casos y hay algunos que es mejor beberlos “cuanto antes”.

Seguro que muchas veces hemos escuchado la frase que dice que “el vino mejora con los años”. Aunque se presente como una máxima universal, lo cierto es que no aplica para todos, ya que existen algunos que hasta pueden tener el efecto inverso, deteriorándose y quedando “intomables” si no se los consume en tiempo y forma.

Al hablar de la conservación del vino, es propicio saber que existen dos estilos con los que hay que tener especial cuidado y no dejar que pase demasiado tiempo guardado, sobre todo para evitar un disgusto cuando llegue el momento de abrir la botella.

¿De qué estamos hablando? Si bien es posible encontrar ejemplares que están especialmente diseñados para evolucionar con el paso del tiempo, en el caso de los vinos espumosos y los vinos jóvenes se desaconseja esta práctica ya que podemos “arruinarlos” si los dejamos almacenados por muchos años.

En el primero de los casos, el paso del tiempo hace que el vino pierda el gas carbónico. Es por tal motivo que se recomienda consumirlo en el año o como máximo almacenarlos durante dos años para poder beberlos en óptimas condiciones.

Pasando a los vinos jóvenes, también conocidos como “vinos del año”, también se aconseja consumirlos dentro de los 365 días desde su salida al mercado. Durante ese periodo que lo tengamos en casa, lo recomendado es tenerlo en un espacio fresco, sin demasiada luz, alejado de los cambios bruscos de temperatura y con una humedad del 50%, aproximadamente.

Cómo conservar los vinos en casa

Aunque lo mejor es tener una cava para mantener las condiciones óptimas, existen una serie de consejos que podemos tener en cuenta para que los vinos estén en perfecto estado en casa.

  • Temperatura: en el caso de los tintos, lo ideal es conservarlos entre los 12 y 16 grados. Por su parte, los blancos deben tener entre 6 y 12 grados para su guarda.
  • Posición: si pensamos guardarlos por mucho tiempo, lo mejor es colocarlas en posición horizontal para que el corcho permanezca en contacto con el líquido y no se seque.
  • Luz: las botellas no se deben exponer a la luz solar.
  • Humedad: lo recomendado es mantener una humedad de entre el 80% y el 85%.
  • Ventilación: la habitación donde guardemos el vino no tiene que tener vibraciones y debe estar bien ventilada.

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