Cada tercer viernes de septiembre se celebra en el mundo esta uva española. Cuál es su historia, dónde se encuentra en la actualidad y qué vinos se producen a partir de ella.
Cada tercer viernes de septiembre el mundo le otorga un espacio a la celebración de la quinta cepa tinta más sembrada en el mundo: la Garnacha. Este varietal nació en España y lentamente se fue expandiendo por Francia para consolidarse en el Viejo Mundo y también en los países del Nuevo Mundo como Argentina, Estados Unidos y Australia.
El Día Internacional de la Garnacha busca conmemorar la historia de esta variedad que elabora vinos de mucha intensidad aromática y gran adaptabilidad a los cortes.
Nacimiento
La uva es originaria de España y se cree que se plantaba ya en el siglo XII en el Reino de Aragón. Aun así, el registro más antiguo de su siembra data del siglo XVI. La zona de influencia donde se ubica su origen comprende regiones como Zaragoza. Lentamente se extendió a regiones limítrofes como Cataluña, Navarra y La Rioja. También a Francia desde el sur por la influencia de la región. Luego llegó a Estados Unidos, Australia y países de Sudamérica como Argentina y Chile.
En un principio a esta uva se la conocía como aragonesa por su origen (hasta hoy esa zona es donde más hectáreas hay plantadas). Sin embargo, a medida que fue llegando a distintas zonas su nombre fue variando y se la conoce como Giró, Gironet, Lladoner, Garnacho, Garnatxo, Vernassa, Girons y Garnacha negra.
Esta última nomenclatura tiene relación con una característica de la uva que a medida que fue mutando, se encontraron otras variedades cromáticas, como sucede con la Pinot Noir. Hay una Garnacha Blanca, Garnacha Gris y una Garnacha tintorera que se caracteriza por tener tinta tanto la piel como la pulpa. Otra especie de planta se la conoce como Garnacha peluda, porque su hoja desarrolla una protección en forma de pelusa.
Vinos
Los vinos que se producen con esta cepa son intensos automáticamente y expresan la fruta de forma muy abierta. Se perciben frutos rojos y negros, también especias. En cuanto al color, es una uva de vinos con color poco intenso. Suelen tener un alto contenido de alcohol y cuerpo medio, pero buena acidez. Esto principalmente porque es una uva que se adapta muy bien a los climas cálidos, ya que madura de forma más lenta.
Es muy común que sea utilizada en vinos fortificados, rosados y tintos en cortes. De hecho, hay una denominación característica llamada GSM, que se designa para aquellos vinos que combinan Garnacha, Monastrell y Syrah. En Argentina se utiliza el blend con Syrah pero también está disponible en monovarietales, luego de un auge que llegó promediando la década anterior.
La garnacha en Argentina
El país cuenta con 42 hectáreas de Garnacha tinta, distribuidas en seis provincias. Hay 26,8 ha en Mendoza, 8,9 ha en La Rioja, 5,6 ha en Salta, 0,7 ha en San Juan, 0,3 ha en Jujuy y 0,2 ha en Córdoba. Además, hay una hectárea de Garnacha Blanca en el departamento de Tunuyán, Mendoza.
Los vinos Garnacha se destinan tanto al mercado interno como al externo. En el año 2021 se comercializaron 225 hectolitros de vino, el 29% se despachó al mercado local y el 71% se exportó.
Los despachos de este vino tienen una tendencia de crecimiento positiva en el mercado local, a pesar de que en el último año se advirtió una caída con respecto a 2020. La totalidad de este vino se comercializa fraccionado en botellas.
En cuanto a la exportación, las ventas se registran desde el año 2015. El año pasado se exportaron 160 hl a un valor FOB de $117 mil dólares. Cabe destacar que el precio medio de este varietal en el exterior fue de 7,3 dólares por litro, muy por encima de la mayoría de los varietales exportados. Los principales destinos son Estados Unidos, Suecia y Brasil.