El futuro de la Denominación de Origen y la Indicación Geográfica en el aceite de oliva y el vino en Argentina

Hoy en día el aceite de oliva virgen extra está transitando el mismo camino que el vino, a través de sus comunicadores, de sommeliers especializados, su gastronomía, sus beneficios para la salud y su presentación en concursos y ferias.

Estamos viviendo, en relación a nuestra industria olivícola, una ruptura en la historia de nuestros olivares. Cada vez hay más plantaciones intensivas y semi intensivas reemplazando a cultivos tradicionales, un desarrollo de la olivicultura con bases científicas. Además, en la mayoría de los productores prevalece la calidad sobre la cantidad de nuestros aceites, siendo Argentina reconocida por sus excelentes AOVE al igual que por el vino.

Hoy en día el aceite de oliva virgen extra está transitando el mismo camino que el vino, a través de sus comunicadores, de sommeliers especializados, su gastronomía, sus beneficios para la salud y su presentación en concursos y ferias.

En el presente, existe en España una descripción biográfica con detalles precisos, en cuanto a su memoria y valores paisajísticos de los distintos olivares que se cultivan en las diferentes comarcas del país. Esto se encuentra volcado en una obra singular de reciente publicación llamada “Olivares de España” de los autores J. R. Guzmán Alvarez, P. Hernández Rodríguez, J. A. Gomez Calero y A. Lora González.

Gentileza Cristina Pandolfi
Gentileza Cristina Pandolfi

En Argentina la ley 25.163 establece las normas generales para la designación y presentación de los vinos y bebidas espirituosas de origen vínico, Indicación de Procedencia y Geográfica, Denominación de Origen Controlada, Protección de la IP, IG y DOC, alcances y obligaciones, sus derechos, autoridad de aplicación, Consejo Nacional para la Designación del origen de los Vinos y Bebidas Espirituosas de Naturaleza vínica, infracciones y sanciones, disposiciones complementarias.

Mientras que la ley N° 25.380 y la modificatoria N° 25.966, la establece para los productos agrícolas y alimentarios, sus disposiciones generales, la solicitud preliminar de adopción de una denominación de origen, consejos de denominación de origen, registro de las indicaciones de procedencia y las denominaciones de origen, alcances de la protección legal, modificación y/o extinción de los registros, autoridad de aplicación, infracciones y sanciones, disposiciones complementarias.

En cuanto al aceite de oliva virgen extra (AOVE) a partir de julio del año 2022 Argentina obtuvo la primera Indicación Geográfica (IG), “IG Mendoza” de América Latina y segunda después de Túnez fuera de la Unión Europea.

En el mundo vitivinícola argentino hay una explosión de distintas Indicaciones Geográficas (IG) aplicadas a los vinos y esto le suma una mayor riqueza de expresión y competitividad internacional.

En el aceite de oliva argentino se esboza algo similar. Si tomamos el caso más emblemático el de España, que a nuestro entender es el proyecto más maduro, que dio inicio en la década de 1970, se comenzó con un estudio panorámico de caracterización y evaluación de los territorios donde se cultivaban los olivos, enfocados en la aptitud de las distintas plantaciones de olivares para determinar la finalidad de su producción (aceitunas de mesa, aceite de oliva virgen extra, aceite de oliva virgen), estableciendo requerimientos ambientales, discerniendo los emplazamientos adecuados para su cultivo y huir de sitios adversos.

Con los avances tecnológicos, los cambios dados en las reglamentaciones y enfoques, se produjo un gran cambio donde la unidad de “tierra” es de una amplitud mayor que una unidad de suelo, asumiendo esta un valor más edáfico que geográfico, mientras que los avances en la cartografía, la evaluación y la capacidad agrologica de los suelos, contribuyeron a afianzar los conceptos.

Hoy los estudios del paisaje ofrecen un acercamiento sistémico al incorporar atributos adicionales a la hora de definir unidades homogéneas de análisis y evaluación. Es así que el olivar español se divide en 33 unidades territoriales, fruto de un proceso metodológico de trabajo de años. En cada una de estas unidades hay un estudio particular de descripción de la unidad, como el hábitat, pendientes, formación de los suelos, sus características edáficas, valores climáticos e índice de aridez. Esto origina 32 Denominaciones de Origen protegidas (DOP) y dos Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP). Mientras que con el vino español existen 101 Denominaciones de origen protegidas y 41 Denominaciones geográficas protegidas.

Adriana Carrasco, productora olivícola
Adriana Carrasco, productora olivícola

Para comparar, hoy podemos decir que en la Argentina existen dos Denominaciones de Origen Protegidas y 99 Indicaciones de Origen Protegidas, mientras que para el aceite de oliva sólo hay registrada una IG Mendoza hasta la fecha.

Seria auspicioso que en relación con nuestra olivicultura las instituciones académicas y gubernamentales realizaran un análisis detallado y preciso de las unidades geomorfológicas del cultivar del olivar argentino, que nos permita recorrer tanto el país como fragmentos de nuestra historia olivícola a través de un itinerario temporal y espacial ilustrado que refleje nuestra industria, que sirva como base documental para posicionar este producto tan noble.

Es evidente que en nuestro país hay un largo camino a recorrer, siendo este el futuro para seguir sumando valor a nuestros aceites.

Gentileza Cristina Pandolfi.
Gentileza Cristina Pandolfi.

*La autora es productora olivícola y comerciante de su propia marca de AOVE Berbora Rosier, Secretaria de la Cooperadora del INTA y socia de AMUVA.

Las opiniones vertidas en este espacio no necesariamente coinciden con la línea editorial de Diario Los Andes”.

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