El Museo de la Vid y el Vino de Cafayate, una referencia para los turistas del noroeste

El Museo de la Vid y el Vino de Cafayate, una referencia para los turistas del noroeste

El museo dedicado al vino en Cafayate cerró su agenda de eventos y realiza un balance del año con expectativas de gran crecimiento en las visitas.

El Museo de la Vid y el Vino de Cafayate es una referencia para la vitivinicultura de la región salteña, tanto por su valor turístico como por la recopilación histórica y cultural que alberga en sus instalaciones. Un paseo por el pasado y presente de la industria que produce vinos muy reconocidos en el país.

Es un espacio que mantiene un profundo respeto por todos los factores de la producción, desde las bodegas hasta los mismos cosechadores, rindiendo un completo homenaje a todos ellos a través de un recorrido interactivo. El museo abre de martes a domingos de 9 a 18. Tiene una tarifa de 250 pesos, pero los turistas nacionales abonan la accesible cifra de 150 pesos.

Este sábado cerró el último gran evento del año de la mano de la Noche de los Museos, que se celebró a nivel provincial en Salta. A la apretada agenda de actividades que se planificaron para la región se le sumaron acciones con motivo de celebrar la Navidad. En este marco hablamos con la directora del espacio turístico cultural, Adriana Rodríguez.

Adriana Rodríguez
Adriana Rodríguez

-¿Cómo nació el museo?

-Un Museo del Vino ya existía antiguamente en la Bodega Encantada, pero durante mucho tiempo estuvo cerrado. Luego pasó a ser de la Municipalidad y se retomó el montaje del museo antecesor. En 2011 se restauró entero el edificio y se plantearon distintas formas de comunicar a través de audiovisuales y formas interactivas. En ese marco se inauguró el Museo de La Vid y el Vino como lo conocemos hoy.

-¿Con qué se encuentra la persona que se acerca al museo?

-Está dividido en dos grandes salas. Una se llama “Memoria de la vid” y la otra “Memoria del vino”. La primera intenta recrear cómo la planta de la vid guarda en su memoria registro del suelo, la amplitud térmica, el agua, la mano del hombre y todos los factores que intervienen en esa elaboración de la uva de los Valles Calchaquíes.

Entre otras cosas, hay estaciones que describen los elementos climáticos de la región y la influencia de la altura a través de maquetas. Luego hay vides sembradas y “pasillos” de cosechadores que saludan a los visitantes. También hay un arroyo que pasa por el interior del museo. El recorrido termina en la “altura” del museo donde se montan homenajes al sol, agua y tierra.

Luego el recorrido se traslada a las antiguas instalaciones de la Bodega Encantada, con sus piletones antiguos. Allí se cuenta cómo se fermentaba la uva en aquellas épocas. La idea es que el visitante sienta que está entre las uvas colaborando en el proceso.

En la sala dos, “Memorias del Vino” se cuenta la historia de cómo llega el vino a los valles y cómo se elabora el vino desde la antigüedad hasta la actualidad. Todo contado través de ploteos redactados de manera poética y sencilla. La información se acompaña con objetos antigüos e ilustrativos y videos. Por último, se proyecta un video donde el propio vino cuenta su historia y realiza un balance.

Una referencia de los turistas

En un contexto en el que la región vitivinícola del noroeste crece significativamente, el turismo en los Valles Calchaquíes no solo se relaciona con sus paisajes, sino también por la influencia de sus vinos. De hecho la Ruta del Vino es la segunda más visitada de Argentina.

En este contexto, la directora del museo contó que “el primer semestre del 2021 fue muy caótico por la pandemia, pero a partir de julio vimos un crecimiento del flujo de turistas que no paró hasta ahora”. El número del año no alcanza para igualar los niveles prepandémicos pero hay muchas expectativas de crecimiento.

“Hay una ocupación hotelera a pleno en la región para la temporada y la gente que se hospeda en Cafayate por lo general visita el museo”, contó Rodríguez. En lo que va del año previo al cierre de las estadísticas, unas 25 mil personas visitaron el museo. “En un año normal serían 50 o 60 mil”, aseguró.

En épocas de balances tanto por parte del museo como de las bodegas, planificar la agenda para el mes que viene se torna difícil. Aún así, Adriana manifestó que “estamos hablando para realizar durante enero ferias de vinos y salones de vinos todos los viernes en el museo. Considera que serán dos meses de recepción “récord” de visitas.

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