El vino se produce a base de uva Moscatel y tiene un proceso de elaboración particular. Cuál es su origen y qué tradiciones giran en torno a la bebida.
Italia es una de las potencias de la vitivinicultura. Muchos de sus vinos rompen la barrera del país y por su fama internacional se convierten en exponentes de su vitivinicultura. El famoso Moscato es uno de ellos.
Este vino es el que se produce a partir de la uva Moscatel en todas sus variantes que van desde el blanco a casi el negro (Moscatel de Hamburgo) pasando por distintas tonalidades como el amarillo o rosa.
Se pueden producir distintos formatos de Vino Moscato desde uno dulce a uno seco. Se destacan por su intensidad aromática floral y su sabor. El vino se produce con una base de mosto fermentado hasta cierta graduación alcohólica y luego se agrega más alcohol para conservar el azúcar de la uva.
Una bodega estadounidense decidió celebrar este vino instaurando el Día Nacional del Vino Moscato un 9 de Mayo. El festejo se popularizó y trascendió fronteras, por lo que ya se celebra internacionalmente. Veamos algunos datos para rendir homenaje al Moscato.
Origen
La producción de este vino es muy antigua. Algunos consideran que la Edad Media fue la época de desarrollo, principalmente en Italia. Otros aseguran que nació entre el 1.300 y el 1.400, en los últimos años de este periodo.
Más cerca a esta parte, en 1.963 el gobierno italiano instauró el sistema de denominaciones de origen al estilo francés. Así nacieron algunas que fabricaban el Moscato, para custodiar el método de elaboración.
En Italia es característico de zonas como Toscana y Piamonte, aunque también se produce en Friuli, Véneto, Molise y Sicilia. Su elaboración traspasó las fronteras de Italia y hoy hay etiquetas de Francia, España, Portugal, Argentina, Chile, Australia, entre otros. En el país se produce en Mendoza y San Juan.
Vino de misa
A pesar de que la Iglesia Católica no tiene una definición acerca de qué tipo de vino puede protagonizar las celebraciones litúrgicas, la tradición indica que la “sangre de Cristo” es Moscato dulce. No parece extraño pensar que esta relación con la Iglesia haya expuesto este vino en Italia.
Maridajes
Más allá de las misas, este vino puede maridarse con comidas, postres o simplemente tomarlo como aperitivo. En Buenos Aires es tradición acompañarlo con la pizza. También es tradición descorchar luego de la comida, para acompañar el postre o simplemente como “digestivo”.