Con las altas temperaturas los vinos sufren cambios en cuanto a sabor, por eso es importante implementar esas recomendaciones para tomar y degustar los vinos fríos como su varietal indica.
Seguro has escuchado que el vino se toma a temperatura ambiente, pues esto es un poco un mito. Cada vino debe tomarse a la temperatura adecuada, con el objetivo de apreciar de la mejor manera sus características organolépticas.
Una copa de es una de las mejores opciones para pasar un buen momento en verano. Como elecciones para elegir algo no muy pesado se puede optar por un blanco seco para un almuerzo, uno refrescante para el aperitivo, un tinto ligero para la cena.
Los tips para seguir y tomar vino a la temperatura adecuada:
1. Usa frapera
Cada variedad de vino debe servirse en su temperatura indicada. De todos modos, debajo de la sombrilla, a la orilla del mar, el río o al borde de la pileta, el vino se calienta rápidamente. Por ello, es fundamental tener una frapera o balde con hielo y agua para mantener el frescor del vino.
2. Enfriar previamente la copa
En tiempos de calor, es un buen tip refrescar la copa en la heladera entre 45 minutos y una hora antes, así servimos el vino en un recipiente que estará fresco y mantendrá por más tiempo la temperatura ideal ante el sol que se hace presente por estas latitudes.
3. Respetar las temperaturas de servicio
Los blancos ligeros se sirven entre 8 y 10 grados; los blancos con cuerpo, entre 10 y 12 grados; los rosados, entre 8 y 10 grados; los tintos ligeros, entre 12 y 14 grados; los tintos de cuerpo medio, entre 14 y 16 grados; los tintos con buen cuerpo, entre 16 y 18 grados. Mientras que los espumosos siempre entre 5 y 7 grados.
4. Evitar dejar el vino al sol
Una vez abierto el vino, si no hay frapera, evitar dejar la botella al aire libre. Podemos volver a meter el líquido en la heladera. Es fundamental que el producto no levante temperatura, pues se arruinará.
5. No excedernos con el frío
El vino, por más que sea verano, no se debe tomar “helado”. Si llega a temperaturas muy frías, no sentirás las propiedades intrínsecas. Además, el paladar quedará congelado, sin sensaciones por describir. Moraleja el vino fresco, sí pero helado, no.
6. Usar o no hielo
Lo recomendado es beber el vino en su temperatura ideal. Algunos puristas y bebedores del vino dirán que poner hielo es un sacrilegio. Sin embargo, si el vino nos llega a la mesa caliente y las altas temperaturas no ayudan, se puede echar un hielo para refrescarlo. Se aconseja sacarlo a la brevedad para que el vino no sea aguachento.