La estación de las flores llegó y con el calor también inicia la temporada de mayor demanda para las actividades recreativas en bodegas o con un vino bajo el brazo. Tres opciones de etiquetas de diferente formato para elegir la indicada.
La estación de las flores finalmente llegó y con ella los cambios en los intereses relacionados a la gastronomía. El calor de la primavera le sienta muy bien a la industria vitivinícola, no solo porque incentiva a la degustación de otros vinos, muchos de los cuales fueron elaborados a partir de la cosecha de este año, sino también porque aumentan las instancias en las que un consumidor puede encontrarse con la bebida.
Con respecto a este segundo punto, la proximidad al último trimestre del año y las temperaturas acompañan al comienzo de la temporada de sunset en bodegas y estimulan los programas de turismo más descontracturados, que exceden a las clásicas visitas o el menú de pasos. Estas alternativas estimulan el consumo en bodega y también se genera un mayor consumo fuera de ellas por el aumento de las salidas recreativas.
Retomando el primer concepto, generalmente el vino también se ve afectado por las estaciones, más allá de que las experiencias y gustos personales que siempre inciden en la elección. Esto se debe principalmente a la intrínseca relación entre el vino y su maridaje preferible. Es así que cuando en invierno proliferan platos calientes, de alto contenido calórico, los vinos para maridar esos platos tienen también su especificidad, como por ejemplo los tintos, con largas crianzas en madera.
La llegada de la primavera incentiva a degustar otros tipos de vinos más livianos, frescos y fáciles de tomar. Empiezan a aparecer con más frecuencia los tintos jóvenes, los blancos bien aromáticos sin paso por barrica y principalmente los vinos rosados.
Para cada uno de estos tres tipos de vinos hay una sugerencia disponible en la tienda de Los Andes. A continuación, te presentamos algunas etiquetas, cómo conseguirlas y a qué precio.
La primera opción para elegir se produce a partir de uvas malbec y tiene un intenso y brillante color rosado. Se trata del Auge Rosé de Malbec, de la bodega A16. Los viñedos con los que se elaboran tienen una altitud de 980 metros sobre el nivel del mar, cosechadas en 2019. La finca está ubicada en Perdriel, Luján de Cuyo.
Se perciben aromas dulces de fruta madura como membrillo y suaves notas de flores silvestres. En boca es equilibrado, fresco y persistente. Tiene un final agradable.
El vino se puede encontrar en la Tienda Los Andes por caja, a un precio de $1.260 la botella.
El segundo vino es un tinto liviano y joven, producido por la bodega Hinojosa. Se trata de Don Silvestre Tempranillo producido con este varietal que no es muy usual en monovarietales y pertenece a su línea joven y frutal.
Tiene un color rojo rubí muy intenso y en aroma notas de ciruela, guinda y frutas silvestres. En boca es muy sabroso, equilibrado, de taninos redondos y suaves, de un final amplio y largo. Es ideal para maridar carnes rojas asadas.
También se puede encontrar en Tienda Los Andes por caja, a un excelente precio inferior a los 770 pesos por botella.
Finalmente, los vinos blancos y los dulces tienen su lugar de la mano de Simona Estate Blanco Dulce. Este vino elaborado por Los Helechos con uvas del Valle de Uco tiene un amarillo dorado, de tonos verdosos. Es fresco y ágil en boca, con aromas a flores blancas, peras, duraznos y maracuyá. Se puede maridar o bien beber sólo como aperitivo.
También se puede encontrar en la Tienda Los Andes y es una opción económica, ya que se puede comprar por caja a un precio de 795 la botella.
