El enólogo de Bodegas López, Juan Pablo Díaz, cuenta cómo nació el proyecto junto a Nacho Pasman, quinta generación de la familia vitivinícola y con la que dieron vida a su selección de varietales que incluye: dos clásicos y dos propuestas para redescubrir sabores.
El universo vitivinícola argentino se expande con un proyecto que desafía las convenciones de la industria. Se trata de Universo Paralelo, una iniciativa creada por Juan Pablo Díaz, enólogo de Bodegas López, junto a Nacho Pasman, de la quinta generación de la familia López. Este proyecto nace de la búsqueda de microparcelas excepcionales dentro de los viñedos de López, pero con una propuesta completamente diferente, una visión única que se aleja de las prácticas tradicionales de la bodega.
“Universo Paralelo es un proyecto que nace a partir de una investigación que veníamos haciendo en los viñedos de López. Al detectar algunas microparcelas que se destacaban por su calidad, decidimos darle una vida propia a esas vinificaciones, separándolas de las producciones convencionales de la bodega”, explica Juan Pablo Díaz.
Con el respaldo de la familia López, el proyecto tomó forma, pero con una premisa clara: crear algo diferente, un vino de características particulares. De ahí surge el nombre Universo Paralelo, que hace alusión a un “mismo espacio” pero con una realidad vinícola distinta, un espacio independiente dentro del mismo viñedo. Este concepto se refleja en el diseño de la etiqueta, que presenta un conejo sobre un viñedo, inspirado en el mundo de Alicia en el País de las Maravillas, como una metáfora de cómo este proyecto traslada al consumidor a una nueva “madriguera” de sensaciones y aromas.
A modo de broma, Juan Pablo cuenta que no hay relación con la famosa canción de Nahuel Pennisi, sino que es un proyecto que les permitió “seguir al conejo blanco”, y encontrarse con una realidad alterada, con los mismos protagonistas, en el mismo lugar, pero un enfoque diferente.
La diversidad de varietales
El proyecto Universo Paralelo se distingue por su enfoque disruptivo y su selección de varietales, dos de ellos poco comunes en el mercado argentino: Sangiovese y Chenin Blanc. “Para nosotros, el Chenin Blanc y el Sangiovese no son algo nuevo, veníamos trabajando con ellos en Bodegas López, pero para el público en general resultan más inusuales, lo que les da un perfil más original”, cuenta Juan Pablo.
Además de estos varietales disruptivos, Universo Paralelo también incluye dos clásicos: Malbec y Cabernet Sauvignon, lo que le da a la línea una diversidad que atrae tanto a los más tradicionales como a los que buscan algo diferente.
“El Sangiovese es un varietal de origen italiano, muy característico de la Toscana, y es uno de los más complejos que he trabajado. Tiene una entrada suave, delicada, casi sutil, pero al final, cuando uno lo espera más ligero, te sorprende con un agarre tánico que lo hace único.”
En el contexto del proyecto Universo Paralelo, el Sangiovese no solo se destaca por su perfil gustativo, sino también por la rareza que ofrece en el mercado argentino. “Es raro encontrar vinos de Sangiovese en Argentina, por lo que es una excelente opción para quienes buscan descubrir algo diferente, especialmente para aquellos que ya están acostumbrados a varietales más comunes como el Malbec o el Bonarda.”
Además, el enólogo explica que el Sangiovese, a pesar de ser un vino complejo, tiene una accesibilidad inmediata, lo que lo convierte en una opción atractiva tanto para consumidores más experimentados como para quienes buscan adentrarse en nuevos perfiles de sabor. Y quizás, para regalarlo en estas fiestas y sorprender, incluso a los más conocedores.
El arte de la microvinificación
Cada vino de Universo Paralelo es una microvinificación artesanal, donde el cuidado de cada detalle es esencial. “Se trata de una producción mucho más manual, más cuidada, un trabajo más exhaustivo que en la producción masiva de la bodega. Todo es hecho con mucha más atención a los detalles”, explica Díaz. El trabajo en la barrica también es clave, con una selección de tonelerías boutique francesas que aportan el perfil deseado para cada vino. Los tintos tienen 18 meses de crianza en barrica, mientras que el blanco permanece en barrica durante 12 meses.
El enólogo también destaca que uno de los mayores desafíos de Universo Paralelo fue lograr un vino que fuera “súper tomable” en el presente, pero con un buen potencial de guarda. “Queríamos un vino que pudiera disfrutarse hoy mismo, con una boca delicada y redonda, pero que también tuviera una estructura que permitiera guardarlo durante años”, comenta.
Para todos los gustos
En cuanto a las recomendaciones gastronómicas, el Sangiovese es perfecto para acompañar platos italianos, especialmente pastas y carnes suaves o especiadas. “Es un vino que se lleva muy bien con la gastronomía italiana, especialmente con pastas. También acompaña carnes suaves o especiadas. Su versatilidad lo hace adecuado para muchos platos, pero lo que realmente lo diferencia es ese final tánico que le da una estructura y complejidad que no se espera al principio.”
Por otro lado, el Chenin Blanc es ideal para maridar con platos más frescos y ligeros, mientras que los tintos, Malbec y Cabernet Sauvignon, pueden acompañar una amplia gama de carnes y quesos.
El desafío de un nuevo enfoque
Universo Paralelo no solo se trata de vinos de calidad, sino también de redefinir la manera en que el consumidor experimenta el vino. En este sentido, el trabajo con las etiquetas y el packaging también fue fundamental para crear una experiencia integral. “Queríamos que la experiencia de tomar el vino fuera completa, desde la caja hasta el momento de abrir la botella. Por eso, Nacho trabajó en un diseño que reflejase todo lo que buscábamos en el vino: texturas, sensaciones y calidad”, explica Díaz.
La etiqueta tiene una terminación en papel de algodón con una rugosidad especial, mientras que la caja es gofrada, todo con el objetivo de que el consumidor no solo disfrute el vino, sino también la presentación y el ambiente que rodea a cada botella.
Raíces y Mirada al Futuro
Más allá de los varietales y las técnicas de vinificación, Universo Paralelo busca también reivindicar las raíces italianas del vino argentino. “Aunque nuestra viticultura está muy influenciada por Francia, con varietales como el Malbec y el Cabernet Sauvignon, queremos resaltar otras influencias, como la italiana. El Sangiovese es un varietal que nos conecta con esa tradición”, dice Díaz y cuenta que su mamá es italiana, y es parte de lo que quiso reflejar en la bebida.
A medida que el mercado del vino continúa evolucionando, Universo Paralelo se presenta como un proyecto que fusiona la tradición con la innovación, respetando el legado de las fincas de Bodegas López, pero al mismo tiempo ofreciendo una propuesta fresca, diferente y desafiante. Con su propuesta original, esta línea de vinos promete ganarse el corazón de los amantes del buen vino, aquellos que buscan algo diferente, con personalidad y con mucho potencial para seguir disfrutando por años.