El famoso destilado es una de las bebidas más consumidas de todo el mundo. Pero además de poder tomarse solo, se puede convertir en un gran aliado a la hora de preparar tragos.
Un vaso corto de base pesada, un par de hielos, una luz tenue y música de fondo. Esa puede ser la típica imagen que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de tomar whisky o whiskey. Pero esta popular bebida, una de las más consumidas del mundo, también puede ser un elemento fundamental de la coctelería, mostrando otra cara y dando paso así a otros momentos de consumo.
Gus Vocke, Brand Ambassador Latam de Jack Daniel’s, pasó por la provincia de Mendoza para participar del encuentro “Jack a la brasas” en el restaurante Abrasado de Bodega Los Toneles y habló con Los Andes acerca de esta histórica bebida y las formas en la que puede ser utilizada para preparar los tragos más famosos del mundo.
Las diferencias entre el whiskey y el whisky
Las diferencias entre el whiskey y el whisky no solo radican en la fomra en la que se escriben. “A la hora de hacer coctelería con whisky, lo primero que tenemos que hacer es ver qué tipo vamos a usar. Hay que saber que en el whiskey americano hay notas de cata más dulces que en los whiskies escoceses, donde encontramos otras notas. Esta diferencia parte en la base del fermento: en los escoceses se usa cebada o cebada malteada, mientras que en los americanos maíz, que es más dulce, lo que influye en el resultado final”, explicó el experto.
“Cuando uno tiene que hacer coctelería tiene que saber bien con qué mezclar. El whiskey americano tiene una tradición, una historia y un bagaje con todo lo que son los vermouths o amaros italianos. Así se crearon tragos como el Manhattan, Boulevardier o el Old Fashion, cócteles que se inventaron hace muchísimos años y al día de hoy se siguen consumiendo”, sostuvo el bartender.
Gus Vocke resaltó la versatilidad de esta bebida: “Eso nos da la pauta de que el whiskey se creó para beber solo, pero también se puede mezclar. Hoy hay una evolución del consumidor que se permite relajar y salir del ritual del whiskey con hielo que solo lo tomo en una ambiente con buena música y en un momento más tranquilo, sino que se puede compartir con amigos, se puede tomar en el boliche o también se puede maridar. Eso nos permite jugar un poco más y ver al whiskey como un elemento de coctelería”.
En otras diferencias entre el whiskey y el whisky, Vocke mencionó: “En el americano se utilizan barricas de un solo uso; no permite por reglamentación legal usar colorantes -algo que en los escoceses sí-; o no se habla de años, sino que por la amplitud térmica se da un añejamiento y maceración acelerada.
Cuál es el mejor trago con whiskey
Las combinaciones que se pueden lograr con whiskey y los diferentes elementos que ofrece la tierra parecen infinitos, pero Gus Vocke tiene su preferido: “Yo soy fanático del Manhattan. Es un cóctel básico y fácil de preparar, pero la mano del bartender tiene un plus ahí en saber cuánto revolver, el agua que se genera dentro del cóctel y demás”, opinó.
Tal como detalló el bartender, se prepara con solo tres ingredientes:
- Whiskey americano
- Vermú rosso
- Bitter de Angostura
Aun así, es posible encontrar algunas variaciones, dependiendo de los ingredientes que se eligen: “En el caso de Jack Daniels, si vas cambiando las diferentes etiquetas que tiene la marca, podés tener diferentes resultados. Eso es lo lindo de poder jugar con la base de whiskey”, detalló Vocke.
Otro de los que destacó el bartender fue el Boulevardier, en el que destacó que si se hace una maceración de café, cacao u otro elemento se puede tener un trago que cambia completamente.
Sobre cuál es el mejor whiskey para usar, Vocke opinó: “Yo soy fanático de lo que es single barrel. Es un producto que se elabora con las barricas que están en la parte superior de los galpones de almacenamiento y todo el producto sale de una sola barrica. Esto quiere decir que en el mundo solo existen 175 o 180 botellas iguales. Lo lindo de probar el single barrel es entender esto y que no es una mezcla de barricas y que ese whiskey en particular, cuando lo usas en trago como el Manhattan va a tener un sabor, pero cuando cambiás esa botella y preparás otro trago, va a tener un sabor completamente diferente. Es algo único”.
