La Bodega Bressia, en Luján de Cuyo, fue el lugar elegido para un nuevo encuentro organizado por Los Andes, que convocó a 400 personas.
Todo salió tal cual se había planificado. Desde temprano, los jardines de Bodega Bressia, en Luján de Cuyo, estuvieron el viernes ambientados para recibir a cerca de 400 personas que asistieron al primer sunset del año de Guarda 14, de Los Andes.
Además del paisaje de viñedos y montañas, la comida y los vinos de la casa, este atardecer tuvo el plus de realizarse el Día de los Enamorados, y eso animó a muchas parejas y grupos de amigos para decidirse a festejar la fecha en este acontecimiento que fue, una vez más, exitoso.
A partir de las 19, la familia Bressia tuvo todo a punto para recibir a los invitados: en una gran mesa se ofrecía el vino de recepción y, desde allí, uno podía observar cómo el servicio es uno de los puntos fundamentales, de la filosofía de la bodega, a la hora de compartir un vino.
De hecho, este tema lo había anticipado Marita Bressia, directora de Bodega Bressia: "Siempre apuntamos a que el vino sea el protagonista y, por este motivo, el servicio es primordial".
Con copa en mano y semejante entorno, el disfrute y relax comenzó a sentirse. El atardecer fue espectacular, único. Luego, llegaron las carnes a las llamas que se asaron a la vista de todos y conformaron parte del menú a degustar. Los distintos platos fueron: empanadas, choripanes al malbec, sándwiches de vacío con papas rústicas y brochettes de verduras. Al Buen Fuego fue el responsable de la comida. Como opción dulce, también se podía disfrutar de los helados de Guapaletas.
Para la ocasión, vinos jóvenes y frutales
La línea Sylvestra con su sauvignon blanc, pinot noir rosé y malbec, fue la estrella del sunset. Además, se sumó el espumante rosado que completa la línea y que se pudo degustar solo o en cócteles.
"Los varietales de Sylvestra provienen, mayormente, de viñedos de Valle de Uco. Es la línea joven de la bodega. Siempre buscamos innovar con todo. Con la botella, las etiquetas, los colores. Son vinos del año, bien jóvenes, que se pueden consumir en el transcurso del año. Para esto, el trabajo enológico que tiene cada vino es muy grande", comentó Marita Bressia, quien además de la directora, es la hija del prestigioso enólogo Walter Bressia, que también estuvo presente en este sunset de Guarda 14, al igual que el resto de su familia.
Al tratarse de vinos amables, redondos y de taninos dulces, fue que se decidió que estas etiquetas fueran parte del acontecimiento.
"Son vinos que van a la perfección con esta clase de encuentros, una reunión de amigos, con diferentes tipos de público y de gustos. Además, son ideales para acompañar las preparaciones en el fuego", completó.
Con el espíritu de San Valentín
Entre otros espacios de servicio, se montó una barra de tragos, a cargo de 7 Tragos, con cócteles basados en el espumante La Vie en Rose Sylvestra, de Bressia. Sparkling Mojito, un clásico con limón, menta y espumante rosado; Caipi Wine, con limón, naranja, sandía y espumante; y Pink Frozen, mix de durazno, banana, maracuyá y espumante fueron las recetas ofrecidas que se disfrutaron, sobre todo, durante la la larga fiesta.
Justamente, la diversión fue posible gracias al DJ mendocino Simón Péndola quien, desde un escenario en medio del jardín, supo hacer bailar a todos los invitados y que el Día de los Enamorados se convirtiera en una gran celebración.
Y para acentuar el espíritu de San Valentín, Denver ofreció bombones de chocolate en forma de corazón y se sortearon premios de Vendemmia.
En resumen: con entradas agotadas, pasó un nuevo y exitoso sunset de Guarda 14, una reunión que conjugó el protagonismo de los vinos, con celebración y música. El lugar elegido, un acierto para disfrutar un atardecer mendocino, con la compañía de los Bressia, gran anfitriona.