Seguramente has oído a algún experto describir el vino con palabras que te han quedado sonando en la cabeza, ahora te contamos qué quieren decir cada una.
En estos tiempos de pandemia no fueron pocos los que comenzaron a sumergirse en el cautivante mundo del vino. En este descubrimiento, de seguro nos topamos con un lenguaje técnico en el que los expertos se manejan como pez en el agua, pero a algunos puede haber dejado desconcertados.
Para poder saber qué significa cada uno de esos términos que son moneda corriente en las bodegas, catas, degustaciones o artículos periodísticos, desde Guarda14 te presentamos este mini diccionario del vino.
De la mano de la Licenciada Ana Puelles, docente universitaria y jurado internacional de vinos, recorreremos el léxico vitivinícola para seguir aprendiendo de sobre la materia. En esta primera ocasión, presentamos algunas de las palabras más escuchadas explicadas de manera sencilla:
Compuestos polifenólicos: los encontramos en la piel y las semillas de la uva. Son los que otorgan al vino el color, el cuerpo, la estructura, la astringencia y los taninos. Todos los elementos se combinan aquí y son la base del vino. Uno muy nombrado es el resveratrol, un antioxidante presente en vino con múltiples beneficios para el organismo siempre que se consuma en su justa medida.
Tanino: se trata de un compuesto químico que se encuentra la piel y la semilla de la uva, generalmente se percibe más en los vinos tintos. Cuando se realiza la fermentación, dependiendo de la madurez del fruto, puede presentarse más agresivo o puede ser más dulce. Va a depender del sistema de elaboración.
Cuerpo: muy vinculado a la elaboración. Se trata de vinos que en boca son persistentes, robustos. Se sienten, siempre con el equilibrio justo en todos los atributos.
Astringencia: cuando un vino tiene paso por roble o madera alternativo y no está equilibrado, se dice que tiene una astringencia muy marcada. La podemos identificar cuando al tomar vino se nos seca la boca, sobre todo la lengua.
Sucroso: los compuestos sucrosos del vino se relacionan con lo dulce. Estos sabores llevan nuestra imaginación a lo dulce, atractivo para nuestro paladar. Se trata de un vino con equilibrio completo en todos sus atributos.
Sedoso: está relacionado a los vinos tintos. Se dice que un vino es sedoso cuando tiene una entrada y persistencia en boca sucrosa. Son vinos que al tomarlos dejan una sensación agradable y atractiva en boca.
Aterciopelado: puede ser un sinónimo del anterior y son descripciones complementarias. Un vino de estas características es de entrada dulce, persistente en boca y a la vez con cuerpo y suavidad atractiva.
Soso: este término es utilizado cuando el vino “pasa como agua”. El vino no tiene ningún atributo pero no tiene defectos. Es un vino tomable pero sin cuerpo o estructura.