En la segunda edición, el escenario fue la bodega Trez Wines. Con lleno total en la tarde noche, los mendocinos volvieron a disfrutar de la infalible combinación de vinos, delicias y música al aire libre.
El espíritu festivo de esta época del año se apoderó en la tarde y noche del sábado de los viñedos de Trez Wines, donde se realizó la segunda edición de Guarda14 Wine Lunch & Sunset a la que asistieron decenas de mendocinos, cumpliendo con todos los protocolos vigentes por la pandemia.
A semanas del éxito de la primera jornada que irrumpió en la escena local con una propuesta distinta, la expectativa por el evento fue en aumento entre las más de 130 personas -divididas en dos tandas- que llegaron a la bodega lujanina para disfrutar de un almuerzo o un atardecer que combinó lo mejor de Mendoza, con un lleno total en el segundo turno.
Es que la fusión propuesta por Guarda14 de buena gastronomía, vinos de primer nivel, música y un escenario único entre viñedos, ya sea al mediodía o en la alternativa de sunset, se ha convertido en un combo irresistible y una opción que garantiza un buen momento en esta nueva normalidad, con la promesa de convertirse en un clásico.
En esta ocasión, la cocina estuvo a cargo de la chef Camila Malouf, que propuso tres variantes del menú: clásico, vegetariano y la opción para celíacos, algo que destacaron positivamente los comensales. El objetivo de la chef en cualquiera de las alternativas fue lograr una frescura que encontró en una comida en tres pasos.
Como entrada se sirvió la clásica empanada mendocina o una de queso y tomate. De plato principal, un sándwich de vacío braseado cocinado con un Torrontés de Trez Wines durante más de seis horas con tomates confitados, cebolla caramelizada, una mayonesa de hierbas de su propia huerta y lechuga, o uno de provolone, verduras al rescoldo, la mayonesa casera y lechuga. Ambas alternativas también estuvieron disponibles sin TACC y con papas como guarnición.
Para el postre, Malouf y su equipo ofrecieron una copa de frutas de estación al Malbec con un toque de crema cítrica de naranja y limón. El menú estuvo acompañado por los vinos de la bodega.
Los invitados pudieron deleitarse también con los tragos de Juanse Maturano, quien se lució con la coctelera presentando algunas creaciones de autor como el Mojito con Torrontés o la Caipi Rosé, y también los infaltables clásicos del verano como el gin tónic y el Aperol spritz.
El toque dulce de la jornada lo aportó Belén Coronel con su pastelería clásica con algunas opciones como rogel, brownie con dulce de leche y merengue, cheesecake de frutos rojos o brownie con dulce de leche, crema y frutos de estación.
Los anfitriones
Desde Trez Wines, Eugenia Páez, gerente de la bodega, se mostró muy contenta en poder recibir esta segunda edición de Guarda14 Wine Lunch & Sunset en sus instalaciones. “Superamos las expectativas”, aseguró.
Con algunas experiencias realizadas en las últimas semanas, el evento le permitió a este joven establecimiento mostrar lo mejor de sus vinos premium como los Gran Reserva, Reserva, Petit Trez y mucho más.
La gerente de Trez Wines resaltó que la idea era poder llevar adelante donde la gente pudiera sentirse descontracturada. “Nos pareció que nuestra bodega encajaba perfecto con el concepto que está trabajando Guarda14 en sus eventos. El amplio parque que tenemos y nuestra propuesta de vinos y gastronomía fueron ideales para este Wine Lunch & Sunset”, remarcó Paéz.
La excusa ideal para despedir el año
Guarda14 Wine Lunch & Sunset se convirtió en la propuesta ideal para despedir el año entre amigos, pareja, familia o grupos de trabajo, que pasado el mediodía o minutos antes del atardecer llegaron hasta Perdriel. La fresca combinación de un amplio parque rodeado de árboles, la calidad de los vinos y tragos de Trez Wines y el exquisito menú hicieron imperceptibles la calurosa tarde mendocina.
Respetando los protocolos establecidos, los comensales se distribuyeron en el parque de la bodega en mesas donde no faltaron las risas, las charlas y algún que otro movimiento del cuerpo como respuesta involuntaria a la música de Simón Péndola.
“Queríamos festejar después de varios meses sin vernos. Nos gustó que sea este entorno, al aire libre y que podamos estar juntos disfrutando. La música ha acompañado para que todo se dé en un ambiente muy relajado”, comentaron desde una de las mesas, donde compañeros de trabajo eligieron el lugar para despedir el año.
Flavia, quien ya había sido parte del primer Guarda14 Wine Lunch, decidió repetir el plan por lo gratificante de la experiencia. “La hemos pasado muy bien y los dos han sido diferentes y eso está muy bueno”, sostuvo.
“Old school” en el sunset
Con el correr de las horas, mientras el termómetro descendía algunos grados después de una tarde muy calurosa -con la latente amenaza de la bajada del viento Zonda-, la música del DJ Simón Péndola iba subiendo la temperatura de los patios de Trez Wines para el sunset.
La primera parte de la jornada estuvo ambientada con House y New Disco y algunos anticipos de lo que más tarde sucedería.
Mientras la gente se entretenía con las infaltables fotografías con el sol cayendo de fondo entre los viñedos y la precordillera que se veía desde las mesas del lugar, el “cachengue style” de Péndola comenzó a sonar.
El reggaetón y la cumbia cool provocaron un ambiente que, sin romper el distanciamiento, lograron que más de uno moviera un poco el cuerpo desde su lugar. El mejor momento del día fue cuando Simón comenzó a pinchar la “old school”.
Para el reconocido DJ mendocino, “la primera experiencia que tuvimos con Guarda14 Wine Lunch fue un éxito y eso repercutió en que ahora la gente agote en muy poco tiempo las localidades disponibles”.
“La gente sabe lo que estamos haciendo y más allá de la bodega en la que se desarrolla el lunch o el sunset, la gente sabe que en estos eventos va a poder tener buena comida, vinos, tragos, música y un ambiente muy relajado donde se cumplen todos los protocolos”, destacó Péndola.