Cómo surgió esta tendencia y quiénes fueron los pioneros, en el marco del Día Mundial del Braille.
La industria vitivinícola no es ajena a los procesos culturales que modifican nuestros modos de relacionarnos como sociedad. La inclusión social también atravesó al mundo de los vinos, que desde hace más de una década viene trabajando en este sentido.
Una de las herramientas con las que cuenta la industria es la posibilidad de incluir en sus etiquetas descripciones para personas no videntes a través del mundialmente conocido sistema Braille.
Este sistema de lectura consiste en un abecedario táctil ideado en el siglo XIX por el francés Louis Braille. Representa letras, números, signos de puntuación y hasta música. Desde el 2019, cada 4 de enero se conmemora el Día Mundial del Braille en honor al nacimiento de su fundador, en 1809.
Bodegas pioneras con el uso del Braille
La incorporación del Braille en las etiquetas del vino es cada vez más usual pero para el año 2008 era realmente una novedad. Fue en ese momento cuando la bodega española Valdelana se convirtió en la primera en su país en utilizar este sistema en las etiquetas. En aquel momento solo en la etiqueta trasera. Dos años después incorporó el sistema al etiquetado frontal.
Desde ese momento empezaron a sucederse experiencias en este sentido. Para el año 2013 una bodega mendocina fue la pionera del país en utilizar este sistema en sus etiquetas. Se trata de la bodega Finca Abril ubicada en el Valle de Uco. Luego se vieron experiencias en Uruguay y Chile.
Hoy, este sistema es mucho más habitual principalmente para las etiquetas traseras que condensan la mayor cantidad de información sobre el producto.
Qué se comunica con el Braille
Las bodegas aprovechan está metodología inclusiva para comunicarles a las personas no videntes el nombre de la bodega, el del vino, el tipo de varietal utilizado y hasta el año de cosecha.
En el marco del Día Mundial del Braille, las personas no videntes también pueden brindar por un pequeño paso hacia la inclusión, aunque sabemos, aún queda mucho trabajo por delante.