Luego de su actuación en la Fiesta Nacional de la Vendimia, la artista, al igual que lo hizo La Sole, disfrutó del enoturismo de Mendoza acompañada de su ¿novio?
La actuación en la segunda repetición de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2023 fue la excusa ideal que tuvo Lali Espósito para bodeguear por Mendoza. Como se pudo ver a partir de distintas publicaciones en redes sociales, la ex Casi Ángeles, aprovechó estos últimos días para visitar una de las bodegas más reconocidas del Valle de Uco, pero no lo hizo sola, sino que acompañada de ¿su novio?, Rels B.
Si bien la diva del pop argentino jugó al incógnito durante su paso por la provincia, casi sin publicaciones en sus redes sociales, las fotografías compartidas por fanáticos fueron las que develaron que el trapero español estuvo junto a ella estos días, luego de haber interpretado “Cómo Dormiste?” en el estadio de Vélez Sarsfield, y que eligió, Piedra Infinita, la multipremiada bodega de Familia Zuccardi en el Valle de Uco, para disfrutar de lo mejor del enoturismo local, algo que también había hecho La Sole, pero ella en la zona de Maipú.
Fue la publicación de uno de los trabajadores de la bodega que delató que Rels B estuvo con ella todo el tiempo, ya que ambos posaron sonrientes en medio de los viñedos, aunque por separado. Mientras que la propia Ana Amitrano, la gerente comercial de la bodega y madre de Sebastián, Miguel y Julia Zuccardi, dio algunos indicios de lo que la intérprete de “N5″ o “Diva” hizo en su paso por el establecimiento.
Durante su visita, Lali y Rels B no solo probaron los vinos de la bodega, sino que también se reunieron con Sebastián Zuccardi, el enólogo del proyecto ubicado en el Paraje Altamira, en el departamento de San Carlos, momento que quedó registrado en una fotografía.
Esta no es la primera vez que Lali visita Piedra Infinita. La bodega elegida como la mejor del mundo por tres años consecutivos fue una de las locaciones elegidas para grabar su videoclip “2 son 3″, uno de sus más recientes hits. Allí, se puede ver a la artista ingresando al establecimiento, recorriendo la particular arquitectura del edificio y hasta tocando la “piedra infinita” que atesora la bodega.