El mediocampista de la Scaloneta dio a conocer ante el público su propia etiqueta, elaborada en Bodega Barberis de Guaymallén. Del evento participaron sus familiares y amigos entre los que estaba Ángel Di María.
En pleno mercado de pases, el mundo del vino fichó un refuerzo de lujo. Leandro Paredes lanzó su línea personal de vinos Mi Victoria, el cual elabora junto a su hermana, Vanesa Paredes, en un evento donde también estuvo presente Ángel Di María para que festejo completo. El vino fue elaborado en Bodega Barberis, departamento de Guaymallén, Mendoza.
Paredes, figura del PSG y la Selección Argentina, presentó su línea de vinos etiqueta Mi Victoria donde refleja la pasión, dedicación y trabajo de la familia Paredes en cada instante de su vida, y como si algo le faltara al lanzamiento, Ángel Di María estuvo a su lado, como compañero de la Selección y amigo personal.
Paredes: “Mi Victoria, refleja la unión de la familia, amigos y felicidad”
Leandro Paredes comentó sobre su lanzamiento: “Empezamos a idearlo cómo un pasatiempo hace más de tres años y después se fue transformando en un proyecto muy deseado. Buscábamos que Mi Victoria refleje lo que significa para mí la unión de la familia, el encuentro con amigos, la felicidad y el disfrute por las cosas logradas día a día”, asegura Leo sobre la gestación de esta línea Gran Reserva premium con una partida inicial de solo 3 mil botellas.
Cómo es el vino de Leandro Paredes
Mi Victoria es un vino elaborado por la Bodega Barberis, de El Sauce, Guaymallén, donde el enólogo Rolando Lanzarotti apunta a un segmento premium, con una partida inicial de 3000 botellas.
Este blend de Malbec tiene raíces de los viñedos de Chacras de Coria y Ugarteche, zonas productivas ubicadas en el departamento de Lujan de Cuyo y del Valle de Uco, en la localidad de Vista Flores, departamento de Tunuyán y Gualtallary Tupungato, Mendoza.
El vino Mi Victoria logra en boca una entrada plena que impacta por su complejidad, taninos rugosos y acidez marcada, que recuerda a confituras de frutos negros y rojos de zarzas, mermelada de ciruelas y una leve nota de roble tostado y moka, logrando así, un final prolongado y sucroso.
Su larga crianza en las cavas de las Bodegas Barberis sorprende con un vino Malbec estructurado de potentes taninos que se conjugan con el dulzor propio del varietal, el tiempo de guarda es el responsable de modelar su carácter irreverente y parco.
*Este texto fue publicado originalmente por Vía País. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.