Un plantel de más de 50 expertos probará las muestras que enviaron bodegas de todo el país para participar del Concurso Nacional de Vinos y Espirituosas Guarda 14. En esta edición, se sumó una herramienta tecnológica para aportar celeridad y transparencia. Conocé los detalles.
Este 2 de octubre tendrá lugar la 3º Edición del Concurso Nacional de Vinos y Espirituosas Guarda 14, en el Hotel Diplimatic. Se enviaron 380 muestras para ser catadas por un jurado compuesto por 55 expertos.
La cata se realizará “a ciegas”, lo que implica que el jurado no sabrá de qué bodega procede la muestra, algo que iguala a las grandes compañías con los pequeños emprendimientos y asegura un proceso imparcial y riguroso. La creciente representación de bodegas, tanto grandes como pequeñas, subraya la diversidad y el dinamismo de la industria vitivinícola argentina y el prestigio que se gana al obtener calificaciones que ameritan medallas como “oro” y “gran oro”.
Antes del gran día, el jurado “concentró” en VinoBien – vinoteca, vinobar y vinoclub- ubicado en Vista Pueblo (Carrodilla, Luján de Cuyo). Allí, la Directora Técnica del evento, Cristina Pandolfi, ingeniera Agrónoma, Vicepresidente Sección Enología de la Academia Argentina de la Vid y del Vin, explicó al resto de los jurados, cómo podrán utilizar una aplicación para contabilizar el puntaje de los vinos que se prueben.
La esencia del evento
Rodrigo German Kohn - Head Sommelier de VinoBien, recibió a los jurados con la impresionante selección de vinos que existe en la “vinoteca, vinobar y vinoclub” que es VinoBien en Vista Pueblo.
“Estamos en Vino Bien, donde se presenta un nuevo sistema para participar en el destacado concurso de Guarda 14. Es un honor ser parte del jurado y compartir nuestra propuesta, alineada con la diversidad argentina. Nuestro lema, “Argentina en Vino”, refleja la esencia de este evento -el Concurso Nacional de Vinos, Guarda 14-, que se celebra en un lugar tan significativo”, comentó.
“Hoy, estamos disfrutando de una degustación que incluye un menú especial que comunica la nueva temporada. Esta propuesta gastronómica está cuidadosamente diseñada para reflejar las diferentes regiones del país, incorporando vinos del sur, del este y del norte, en una dinámica que celebra nuestra riqueza vitivinícola. La experiencia en Vino Bien es auténtica: tanto turistas locales como internacionales pueden disfrutar de una oferta variada que incluye mesas comunitarias, barras y la posibilidad de degustar coctelería, vermouth y gin de diferentes partes de Argentina. Somos una vinoteca de corazón, donde los visitantes pueden probar el vino antes de comprarlo, explorando el país a través de degustaciones”, sumó.
Asimismo, destacó que en el local se encuentra un “lugar para degustar” y al mismo tiempo, un espacio de aprendizaje. “Nuestra selección de 300 etiquetas, junto con otras 500 disponibles, garantiza un nivel de calidad superlativo. Lo que buscamos es que cada uno de nuestros visitantes disfrute del vino, en un ambiente de aprendizaje y exploración, entendiendo que cada elección es una oportunidad para descubrir algo nuevo”, sumó.
Así, la degustación previa al evento, fue parte del proceso de los especialistas, ya que pudieron conversar sobre las nuevas tendencias en la vitivinicultura y prepararse para lo que será una cata a ciegas rigurosa, dirigida por Cristina Pandolfi, ingeniera Agrónoma, Vicepresidente Sección Enología de la Academia Argentina de la Vid y del Vino.
“Con cada nueva edición, aumenta la cantidad de muestras, bodegas participantes y provincias representadas, tanto de vinos como de bebidas espirituosas en el concurso. Se observa una notable participación de grandes bodegas, así como de pequeños productores que provienen de distintos puntos del país. Un ejemplo típico es Chubut, donde conviven grandes bodegas y pequeños emprendimientos. Estos últimos, aunque no están enfocados en el turismo, cuentan con chacras que a veces incluyen alojamiento para visitantes, ofrecen cordero y poseen pequeñas extensiones de viñedo para elaborar su propio vino”, explicó la especialista. “Es alentador notar que en ediciones anteriores, estos pequeños productores también han sido galardonados con medallas, lo que refleja la diversidad del sector vitivinícola argentino presente en Guarda 14″, agregó.
“Estamos muy satisfechos con estos logros y esperamos con entusiasmo los resultados de la evaluación. Contamos con diez comisiones, cada una integrada por cinco o seis jurados, dispuestos a analizar las 380 muestras presentadas de 12 provincias participantes”, comentó.
Concurso Federal
El Concurso Guarda 14 incluye un jurado prestigioso pero, además, conocedor de distintos terruños del país, tal es el caso de Álvaro Dávalos, enólogo, propietario de Vizcacha Wines y copropietario de Bodega Tacuil.
“Llegamos con muchas expectativas a este concurso, que considero fundamental para la industria vitivinícola. Tras hablar con jurados de ediciones anteriores, estoy convencido de que este evento permite evaluar el nivel de cada región y productor, y situar a cada uno en su respectivo segmento”, señaló.
Dávalos indicó que resulta notable cómo la representación de diferentes regiones crece año tras año, y eso refleja que la calidad del vino argentino está en su mejor momento, lo que hace que identificar particularidades sea cada vez más complicado, ya que todos se están posicionando muy bien en el mercado.
De igual manera, Rodolfo Griguol, doctor en Enología, de Chilecito, La Rioja, destacó lo federal que resulta ser el Concurso Nacional de Vinos y Espirituosas Guarda 14.
“La verdad es que tengo el honor de ser jurado por segunda vez, en esta oportunidad con una novedad, vamos a utilizar una aplicación muy práctica, para expresar muy bien en la planilla lo que uno degusta en el oro. Saber que hay 380 vinos es una sorpresa, porque cada vez se presentan más opciones y eso nos permite ver todos los estilos que se producen en el país y observar qué es lo que realmente le gusta a la gente e ir hacia esos estilos”, comentó.
Juan Pablo Murgia, director enológico de Grupo Avinea, también partipó de este evento que permitió a todo el equipo “ponerse a punto”, con el uso de la aplicación y la metodología que se utilizará. “Creo que lo que está pasando en argentina es que encontramos cada vez más variedades y estilos y regiones. La vitivinicultura es cada vez más federal. Siempre suma obtener medallas y sobre todo, si la da en un concurso con jurados técnicos como este”, coincidió con sus colegas.
Por su parte, María Victoria Brond, enóloga - Bodega Alpamanta-, señaló que se trata de su segunda participación en el concurso, y aseguró que este año se dará de una forma más “ágil, ecológica y dinámica” (al incluirse una aplicación para puntuar las muestras). “Me sumé este año porque me encanta el espacio de intercambio con los colegos, probar vinos y aprender de la dinámica de un concurso diseñado internacionalmente me parece muy interesante”, agregó.
La profesional contó cómo estos eventos son beneficiosos para los participantes, pero también para el jurado: “Creo que nosotros los enólogos estamos seteados para un tipo de degustación y al integrar un panel con enólogos, periodistas, sommeliers, comerciales, etc. nos obliga a ampliar la perspectiva, sumar puntos de vistas, y eso es muy enriquecedor para un enólogo, un técnico. El consumo de vino decrece en el mundo y el consumidor está ávido de nuevos productos: quiere experiencias más que vinos y nuestra función es salir de la zona de confort y averiguar cómo se está diversificando el mundo del vino”.
Finalmente, Mauricio Llaver, periodista, director de la revista Punto a Punto. Resaltó cómo este concurso se “ha abierto al país”, y el potencial que tiene para seguir creciendo, de cara a la edición 2025. “Es como una celebración del vino, pero a la vez, un concurso con reglas profesionales serias”, cerró.