Toda experiencia fuera de lo cotidiano necesita un buen look que la acompañe; y qué mejor plan que visitar una bodega mendocina, en medio de la viña y la montaña.
Toda experiencia fuera de lo cotidiano necesita un buen look que la acompañe; y qué mejor plan que visitar una bodega mendocina, en medio de la viña y la montaña.
Ya sea una degustación, un tour por las instalaciones o una actividad de cosecha, para cada uno de estos momentos, existen algunas prendas infalibles que todo el mundo lleva a las bodegas; porque a parte de cumplir una función estética, también estas sirven para estar cómodos y poder disfrutar al máximo la experiencia. A continuación, te contamos cuáles son las tres más importantes.
Son un infaltable para visitar una bodega porque protegen el pie ante cualquier derrame de vino y son cómodas para caminar por la tierra del viñedo. Además, tienen toda la onda y son parte de la estética bodeguera. El modelo óptimo son los borcegos, y más si la caña llega hasta arriba de los tobillos.
Un ítem clave a la hora de armar un outfit para visitar una bodega ya que protege del sol para pasar tranquilamente varias horas afuera. Hablamos de sombreros que sean tipo “cowboy”, ni muy grandes como una capelina ni muy chicos como una gorra, y de colores tierra, negro o nude.
Ahora que comenzó el otoño, el viento se torna fresco y una pashmina es ideal para no padecerlo en la bodega. Sin mencionar que es prenda muy común para este tipo de turismo y que ya se convirtió en una de sus prendas insignia.
Con estos tres elementos, vas a tener un look de bodega perfecto para la ocasión.