Los vinos nacionales son objeto de deseo para los contrabandistas en Brasil

Los vinos nacionales son objeto de deseo para los contrabandistas en Brasil
Contrabando de vinos en la frontera entre Argentina y Brasil. -Gentileza

El tráfico de vinos por la frontera argentino brasileña viene creciendo sostenidamente y las autoridades se encuentran en alerta. El eje principal del negocio ilegal y los números de los últimos años.

Lamentablemente, el vino argentino capta el interés no solamente de importadores en el exterior y cadenas de distribución, sino también de grandes mafias que buscan aprovechar la calidad de los productos nacionales y la alta devaluación para generar una renta ilegal a partir del contrabando.

Últimamente las rutas ilegales de productos de contrabando entre Argentina y Brasil han crecido y se multiplican los operativos para intentar detenerlas. Esta semana se llevó a cabo un importante secuestro de más de 300 botellas de vino en caja, de diferentes marcas, muchas de ellas mendocinos, que se suma a otras tantas operaciones que se vienen llevando a cabo.

Negocio

La razón principal por la que existe este negocio es el bajo valor del peso argentino en comparación con las monedas de los países de la región, principalmente Paraguay y Brasil, los principales países receptores de los vinos contrabandeados.

A estas alturas del 2022, lo que costaría un vino para el consumidor final en la Argentina puede llegar a ser hasta 6 veces más económico que la misma botella vendida en Brasil. Los escuadrones criminales compran botellas en el país y las cruzan por la frontera para multiplicar por su ganancia en dólares. Aseguran que la botella de contrabando puede llegar a costar hasta un 75% más barata que la que ingresa por los canales oficiales.

Un informe de la Policía Rodoviaria Federal brasileña (agencia nacional que se encarga del control del tráfico en las rutas), indicó que en los últimos cuatro años la incautación de vino de contrabando ha crecido un 3.206%. En 2018 la PRF incautó 1.700 botellas, en 2019 fueron 3.937, en 2020 llegó a 22.737 botellas y en 2021 se incautaron 56.254 botellas de vino.

Aduana en Bernardo de Irigoyen.
Aduana en Bernardo de Irigoyen.

Una de las zonas más apuntadas en la extensa línea divisoria entre Misiones y Brasil está ubicada en la localidad de Bernardo de Irigoyen, una de las pocas ciudades fronterizas que no están divididas por un río. Del otro lado de la línea imaginaria se encuentra la ciudad brasileña de Dionísio Cerqueira, donde operan algunas mafias.

Mark Tollemache, el encargado de la Receita Federal de Dionísio Cerqueira, le contó a La Nación que “el crecimiento del contrabando de vinos es explosivo” y agregó que “en 2018 y 2019 habíamos incautado 15.000 botellas cada año, en 2021 incautamos 227.000 botellas”.

El crecimiento de la rentabilidad se ve expresado en el perfil de los contrabandistas que pasaron de ser pequeños grupos comerciantes ilegales a grandes organizaciones delictivas que se financian con más de una actividad.

Contrabando de vinos en la frontera entre Argentina y Brasil. -Gentileza
Contrabando de vinos en la frontera entre Argentina y Brasil. -Gentileza

Secuestros

El pasado miércoles, la Gendarmería Nacional detuvo a una camioneta Volkswagen Saveiro tras una intensa persecución. El hombre que conducía llevaba 340 botellas de vinos de origen nacional de diversas marcas, sin documentación.

A finales de junio también en la misma ciudad se realizó un secuestro de 170 cajas de tres botellas cada una de vinos que tenían destino en Brasil. El total del valor de los vinos ascendía a más de $1.110.000).

Por otro lado, la cuestión del contrabando de vinos ya está empezando a generar otros tipos de delitos asociados. El caso de Rafael Antúnez de Olivera, un hombre de 45 años asesinado por sicarios en esa localidad, probablemente sea el más resonante.

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