La sommelier y comunicadora acaba de lanzar “Te cuento el vino”, un libro que te acerca al mundo de esta bebida de una manera sencilla y amigable. En una charla con Los Andes habló de los desafíos que enfrenta la industria y más.
Acercar el mundo del vino a los consumidores es y ha sido uno de los grandes desafíos de la industria a lo largo del tiempo, más en la actualidad, donde los niveles de consumo de la bebida nacional no solo bajan a nivel local, sino también en los mercados internacionales. Así lo reconoce en su charla con Los Andes Marisol de la Fuente, sommelier y periodista.
Pero, esa tarea que para muchos se plantea como muy compleja y hasta a veces indescifrable, ella ha lograda simplificarla, al punto que a través de sus posteos en redes y cursos y capacitaciones ha logrado convertirse en una de las referentes de la comunicación del vino. Y ahora, todo ese conocimiento se ha volcado en “Te cuento el vino”, el libro que acaba de lanzar para el Sello Grijalbo de Penguin Random House Argentina.
Fue un viaje a Mendoza lo que le despertó el interés de profundizar sus conocimientos en el mundo del vino, los que ahora ha plasmado en el libro. Incluso, así lo cuenta con una anécdota que se refleja en el prólogo, donde su marido recuerda que en una de las visitas a bodegas que hicieron Marisol, sin ningún tipo de estudio previo, pudo reconocer descriptores en un vino, algo que sorprendió al sommelier de la bodega. Aunque su primera intención fue volcarse a la enología, la falta de oferta educativa en Buenos Aires la llevó a inclinarse por iniciar sus estudios de Sommelier en la Escuela Argentina de Sommeliers, donde, casualmente, había trabajado como prensa hace algunos años.
En esta charla, Marisol de la Fuente no solo habla de la obra, sino también de la industria, de cómo acercarse a los consumidores y más.
- ¿Qué vamos a encontrar en “Te cuento el vino”?
- El año pasado me contactó Laura Caruso, quien hoy es mi editora, y me comentó que en la editorial estaban buscando lanzar un libro de consumo masivo (que se pueda conseguir en supermercados, estaciones de servicio, librerías, etc) enfocado en el mundo del vino. Querían un material donde se cuente de manera fácil, amigable para el consumidor. Así que decidí hacer algo que es más o menos lo que yo hago en mis charlas, cursos o posteos y el resultado es un libro muy visual.
Tenemos capítulos dedicados a la historia del vino, al viñedo, la elaboración, la interpretación, a cómo crear una cava en casa y uno donde derribo los típicos mitos que hay en el mundo del vino. Desde si la tapa roja es de vino malo, la base de la botella profunda, si todos los vinos mejoran con el tiempo y todas las preguntas habituales que se hace un consumidor.
Aunque a los que estemos en el vino nos parece algo muy obvio, para muchos son cosas que no saben, entonces la idea es que el que lo lea, aparte que se divierta y se ría, porque hay muchas anécdotas personales e historias, se pueda llevar como un panorama general del vino. Tiene un poco de docencia pero de manera didáctica.
- En el mundo del vino todavía está presente en algunos la idea de solemnidad o de que todo tiene que ser súper exclusivo. ¿Cómo definiste que tu manera de comunicar iba por el lado de la simpleza?
- Primero, porque yo soy así. Segundo, porque hace muchísimos años, incluso antes de ser sommelier, soy docente universitaria y aprendí que los docentes que más me llegaron fueron aquellos que realmente conectaron con mi necesidad de entender, con mis miedos de sentir que no podía, eso lo trasladé a cuando doy clases. Cuando decidí entrar en el mundo del vino me encontré con esto que vos bien decís, que todo el tiempo la industria habla de que hay que acercar el vino a los consumidores, como si fuera algo mágico que le ponés la botella en la cara y listo, pero, en realidad, mientras dice eso tiene este problema de tratar todo el tiempo de poner el vino en un lugar central con toda esta solemnidad que mencionas. Y yo considero que uno puede ser serio sin ser solemne, no hay nada de lo que yo diga que técnicamente no sea correcto, aunque puede estar más o menos simplificado. Ahora, la forma en que yo te lo digo va a cambiar radicalmente la percepción que vos vas a tener de eso. En un caso, te voy a hacer sentir que no entendés nada, que no estás capacitado y, en otro caso, te puedo generar con empatía y con cercanía esa sensación de que, ‘¿viste que no era tan complicado?’.
Me pareció que este camino que yo utilizo naturalmente para dar clases también era el camino para llevar adelante la comunicación del vino.
- ¿Sentís que tenés una responsabilidad por ser una de las referentes en la comunicación del vino?
- Me parece que desde mi lugar tengo que aportar a esto de comunicar el vino de manera simple, de manera cercana. Tengo que aportar también desde la transparencia y la honestidad. Si yo te recomiendo un vino es porque creo en ese vino. Los sommeliers no hablamos de lo que los vinos no tienen o de lo que a los vinos les falta, tratamos de pensar qué sí tienen, cuáles son sus características, para poder contarte eso, porque detrás de cada botella hay un montón de trabajo. Eso yo lo respeto.
Mi responsabilidad es que si yo recomiendo algo tiene que ser porque realmente lo creo, porque hay un montón de gente que creen lo que yo digo. Y me parece que eso es una responsabilidad y está bueno que en la industria haya personas que realmente sean confiables y que puedan contar de diferentes proyectos.
En mi caso, eso lo hago mucho con proyectos pequeños. Creo que mi rol es conectar ese productor que tiene un gran producto, pero que no tiene la fuerza o el brazo de la comunicación, con gente que está interesada en conocerlo, pero que por ahí no sabe cómo llegar a ese vino.
- En épocas donde el consumo está en sus pisos históricos y la tendencias van hacía la baja, ¿cómo se hace para revertir eso desde la comunicación?
- Creo que es importantísimo que la industria flexibilice su manera de mostrarse al mundo y de comunicar. Que se aprobara la producción de vino bajo en alcohol o de vino sin alcohol, por ejemplo, es como una luz en ese proceso de renovación o de innovación.
Para poder llegar a impactar a un consumidor tenés que entender qué es lo que está consumiendo esa persona.Y ahí creo que hay una oportunidad de mejora enorme en la industria, que sigue muchas veces trabajando como trabajaban hace 10, 15, 20 o 30 años y no entiende que las formas de comunicar, la forma en que el consumidor se acerca a un producto, el que sea, no solo el vino, han cambiado, que los motivos por los cuales alguien elige un producto también han cambiado.
Y me parece que ahí la industria tiene un deber y una oportunidad importante en renovarse. Hay cositas que van surgiendo tratando de entender qué le pasa al consumidor, pero creo que la manera es, primero, entendiendo que la comunicación del vino tiene que cambiar y que realmente si queremos llegar a los consumidores hay que hacerlo de una manera mucho más amena y sin subestimar al consumidor.
Perfil
Marisol de la Fuente tiene 44 años, es periodista, licenciada en Comunicación y Marketing Estratégico. Cuenta con 25 años de experiencia laboral en el mundo corporativo, donde trabajó abocada al marketing y la comunicación en empresas del rubro tecnológico como Intel, HP y, su última experiencia en Napse.
Hace ocho años decidió estudiar sommellerie en la Escuela Argentina de Sommeliers y ha logrado convertirse en una referente de la comunicación del vino con “El vino, sin vueltas”, curso, podcast y micros de TV. Además, no solo cuenta con más de 120 mil seguidores en su cuenta de Instagram @solsommelier, también ha tenido una gran participación en programas de radio y televisión. Ahora, también es autora, con el reciente lanzamiento de su libro “Te cuento el vino”.