Un establecimiento mendocino lanzó al mercado una línea que estará 100% comercializada por medio de un token. Además del vino, los NFT generados incluirán otros beneficios.
La tecnología en el ambiente vitivinícola sigue avanzando sin pausa. Así como hace algunas semanas conocimos las primeras etiquetas diseñadas con inteligencia artificial, en los últimos días, la bodega mendocina Foster Lorca debutó en el mundo de los vinos tokenizados. El establecimiento ubicado en Luján de Cuyo, a diferencia de otras experiencias que hay en mercado, no solo ofrecen su producto a aquellos que adquieren el activo digital respaldado en vino, sino que también involucra otras experiencias relacionadas con la empresa y, además, da la posibilidad de pagarlo en pesos.
Comenzando por lo básico, cuando hablamos de un token nos referimos a una unidad de valor emitida por una entidad (persona o empresa). Podríamos decir que funcionan como una moneda, pero con más utilidades, ya que pueden representar cualquier activo fungible y negociable, sin embargo, no tienen curso legal. Allí entran en juego los blockchains, un conjunto de tecnologías que permiten la transferencia de un valor o activo de un lugar a otro sin intervención de terceros, una especie de libro contable de la vieja escuela.
Aunque podríamos pensar que el token es sinónimo de criptomoneda, como por ejemplo Bitcoin o Ethereum, esto no es así, ya que puede servir para todo lo que la persona u organización que lo diseña decida y puede estar respaldado por muchos otros activos que no son dinero físico o digital, en este caso, el vino y otras experiencias de valor que puede brindar la bodega.
De esta manera, el vino y todo lo que lo acompaña es considerado un NFT (token no fungible), que sería un certificado digital de autenticidad que mediante la tecnología blockchain se asocia a un único activo. Se trata de elementos irrepetibles que no se pueden modificar ni intercambiar por otro que tenga el mismo valor ya que los bienes que representan no son sustituibles y están determinados por su individualidad.
¿Cómo funcionan los vinos tokenizados?
En el caso de Foster Lorca, el vino elegido para convertirse en NFT es el Mauricio Lorca Ancestral Red Blend 2019, una mezcla de Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon, con estiba en clayvers de cerámica italiana, por lo que no tiene paso por madera. A través de la plataforma Drinksify es posible adquirirlo con antelación, accediendo a diversos beneficios a partir de esta tokenización.
Como explicaron desde la compañía, este sistema no compite con los e-commerce normales, sino que les permite a la bodega pre vender su vino mientras está en el proceso de elaboración. ¿Cuánto tiempo antes? Lo que ellos quieran. Asimismo, el sistema permite reducir intermediarios, financiarse a través de potenciales consumidores y atraer nuevos consumidores.
Hasta ahí, el sistema no presenta demasiadas diferencias con un sistema tradicional de venta on line, el cambio es que estos NFT no solo permiten comprar el vino, sino que también la bodega ofrece un número de experiencias por el periodo de un año, lo que le suma valor a la propuesta, similar al funcionamiento de un club de vinos. Por caso, además de los ejemplares tokenizados tendrán acceso a degustaciones exclusivas con Mauricio Lorca, recientemente elegido como uno de los 100 mejores enólgos del mundo, entrega de dos botellas mensuales hasta intercambiar el token por su activo concreto, almuerzo en bodega para dos personas, descuentos, entre otros beneficios.
Otro de los rasgos distintivos de esta metodología, a diferencia de lo que ya es posible encontrar en el mercado, es que la plataforma Drinksify permite abonar el NFT en pesos y con tarjeta de crédito, no solo en criptomonedas. El precio de esta primera añada y todos los beneficios es de U$S 155 y estará disponible de manera física en 124 días desde la publicación de esta nota.
La primera criptomoneda respaldada en vino
Desde Mendoza también se ha gestado la primera criptomoneda del mundo que respalda su valor en vino, una idea creada por el empresario estadounidense Mike Barrow, más conocido como Mike Tango Bravo. A través de OpenVino, una plataforma que utiliza la tecnología blockchain, el técnico informático y empresario vitivinícola que lleva casi 20 años en Mendoza desarrolló un sistema en el que el vino está “tokenizado” y se convierte en una criptomoneda. Además, es comercializado según un precio que se fija a través de oferta y la demanda.
Esta criptomoneda se aplica desde la cosecha 2018 a los vinos de Costaflores, pero además cuenta con un acuerdo con el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) para que más bodegas puedan acceder a los servicios que brinda la plataforma, en su módulo de tokenización. Este módulo consiste en la creación de un token que se comercializa con Criptomonedas (Ethereum) con código abierto, transparente y respaldado por vino, en carácter de NFT, que tiene gran potencial para generar un nuevo canal comercial para los vinos argentinos.
OpenVino está basado en tres pilares: tokenización, para definir el precio del producto que comercializan; trazabilidad, para saber las opiniones de los consumidores a través de la fidelización del cliente, pero no como un club de beneficios; y transparencia, a partir de certificaciones que aseguran que la bodega es orgánica.
¿Cómo funciona en la práctica? Después de cada cosecha, la bodega emite sus tokens de acuerdo a la cantidad de botellas que puedan generar ese año -certificado por el INV-. Como los vinos de Costaflores tardan como mínimo tres años en salir al mercado (por su proceso de vinificación que implica estiva en barricas y botellas), en una primera instancia se ponen a disposición la mitad de las unidades a un precio inicial que es fijado por la propia empresa. Aunque varía en cada cosecha, Mike Tango Bravo explicó a Los Andes que ellos lo establecen a partir de los costos de producción de esa añada. El remanente de botellas es dispuesta a los tres años o cuando lo decidan.
Actualmente, a través de la plataforma se puede adquirir los tokens MTB22. Cada uno de ellos representa una botella de vino producida con la cosecha de 2022 y estará disponible para beber después del 6 de mayo de 2025. En este caso, al día de hoy, el precio es de U$S 2,13 por botella, pero si vamos a las de la cosecha 2018, el token MTB18 cuesta al mes de febrero U$S 5,44.
Cómo comprar vino con criptomonedas
A la vanguardia de las tendencias tecnológicas la bodega esteña Morcos Wines se convirtió hace ya más de un año en la primera en recibir criptomonedas como método de pago para sus vinos. Todas las etiquetas y líneas que hoy disponen en su tienda virtual pueden ser abonadas con bitcoins, además de los métodos de pago tradicionales.
Entendemos que esto es el futuro en el uso del dinero. Así que apostamos a estas cosas, “Como bodega siempre buscamos la innovación en todo sentido y creemos que al unirnos a este mundo es entender la tendencia de nuestros consumidores que muchos ya están en ese mundo”, dijo Matías Morcos, director enológico. Asimismo, desde el establecimiento están preparando sus propios NFT que saldrán al mercado en los próximos meses.