Un concurso que reconoce la mejor gastronomía de Argentina ya tiene sus finalistas. Conoce cuáles fueron los seleccionados.
La quinta edición de “Prix Baron B - Édition Cuisine” ya tiene a sus finalistas. Este prestigioso premio, que data desde 2018, tiene como objetivo reconocer los mejores proyectos gastronómicos del país. Pero además premiar las historias de aquellos que están llevando a cabo transformaciones en su entorno a través de una mirada innovadora y en sintonía con el medio ambiente, aportando valor a la gastronomía regional.
El jurado, compuesto por destacadas personalidades gastronómicas, seleccionó los tres finalistas entre más de 100 proyectos provenientes de diversas regiones. Este número récord de postulantes demuestra el creciente interés y compromiso de la comunidad gastronómica argentina con la sustentabilidad y la visión transformadora en sus proyectos. Los participantes destacaron por su enfoque en el uso de materias primas sostenibles, su innovación técnica y su cuidado en relación con el entorno.
Los tres proyectos finalistas son:
- Ánima: Un restaurante ubicado en la reserva El Trébol, en el Circuito Chico de Bariloche, provincia de Río Negro. Este lugar es dirigido por la pareja conformada por Emanuel Yañez Garcia y Florencia Lafalla.
- Amasijo: Un proyecto gastronómico liderado por Agustín Kuran y ubicado en Santiago del Estero. Su enfoque se centra en una cocina regenerativa de triple impacto.
- Bajo Llave 929: Un restaurante a puertas cerradas situado en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, bajo la dirección de Enrique Sobral. El objetivo de este lugar es difundir los sabores, aromas y colores de la región de Mesopotamia.
Quiénes conformaron el jurado y cómo es el concurso
El jurado de este reconocimiento a la gastronomía argentina estuvo compuesto por Mauro Colagreco, reconocido por su exitoso restaurante Mirazur, que ha obtenido seis estrellas Michelin; la chef brasileña Manoella “Manu” Buffara, galardonada como la Mejor Chef Femenina en Latinoamérica en 2022; Pablo Rivero, un destacado empresario gastronómico y sommelier, creador de los restaurantes “Don Julio” y “El Preferido”; y Martín Molteni, propietario de PuraTierra y referente en la gastronomía autóctona de alta gama.
En cada edición del “Prix Baron B - Édition Cuisine”, los participantes tienen la oportunidad de presentar su proyecto, destacando el valor agregado que lo convierte en un enfoque transformador desde una perspectiva sustentable. Junto con su proyecto, los concursantes deben preparar un plato que represente de la mejor manera todas las historias y conceptos clave de su iniciativa gastronómica.
El desafío para los participantes es crear un plato que refleje su visión y compromiso con la sostenibilidad, utilizando ingredientes cuidadosamente seleccionados para demostrar cómo sus proyectos están alineados con prácticas respetuosas con el medio ambiente. Además, el plato debe estar maridado con una de las tres etiquetas de Baron B.
A diferencia de ediciones anteriores, este año, al igual que en la edición 2022, no se impuso la obligación de incluir una proteína específica en el plato. Esto permitió a los participantes liberar toda su creatividad y conocimiento culinario para diseñar un plato único y significativo que represente su enfoque y filosofía de manera auténtica.
Conoce la historia de cada finalista
En la 5ta edición del “Prix Baron B - Édition Cuisine”, se presentaron tres proyectos gastronómicos destacados. Uno de ellos, Ánima, liderado por Emanuel Yañez Garcia y Florencia Lafalla, funciona desde el 2018. Es un pequeño restaurante que recibe 20 comensales, y es atendido y comandado por ellos mismos. Está ubicado a 18 km del centro de Bariloche, en la reserva Natural El Trébol, en la zona de Circuito Chico. Su aporte es mejorar la manera en que tratan la naturaleza, respetando la disponibilidad del producto, no forzando su ciclo natural productivo, abasteciéndose de pequeños productores más comprometidos con el medio natural y su preservación en el tiempo.
Su oferta gastronómica cuenta con un menú con platos más fijos y otros más itinerantes, donde la temporalidad y disponibilidad mandan. Su cocina está ligada al fuego y a las brasas, brindándole valor al ser parte de su identidad. El plato presentado fue una trucha curada, velouté de trucha ahumada, huevas y pera, maridado con Baron B Brut Rosé.
Amasijo, de Agustin Kuran de Santiago del Estero, es un proyecto de cocina regenerativa de triple impacto que revolucionó la gastronomía de la capital de esa provincia. Kuran es diseñador gráfico de profesión y cocinero autodidacta por elección. Abrió las puertas de su restaurante a finales de 2014, junto a su pareja Florencia Nieva. La propuesta surgió a partir de la investigación en el territorio acerca de las potencialidades en cuanto a materia prima, vajilla artesanal y productos del acervo patrimonial.
Su propuesta gastronómica se basa en el respeto por el entorno y la identidad regional. Presentaron un plato de cabrito laqueada con mermelada de tuna de las mujeres de La Cañada, charqui de cabrito –técnica ancestral para la conservación de la carne-, y paté de cabrito – donde se aprovecha el resto de la res-. El acompañamiento fue un milhojas de zanahorias criollas y salsa de nopal. Optaron por maridarlo con Baron B Brut Nature.
Por otro lado, Bajo Llave 929 de Enrique Sobral en Concepción del Uruguay, busca rescatar la riqueza cultural de la región a través de su cocina. En 2017 abrieron el restaurant para brindar una experiencia gastronómica a puertas cerradas. En su espacio convergen todos los aspectos culturales de la región: la riqueza mesopotámica y la excelencia de sus productores se ve representada en su cocina, y la camaradería y calidez de los habitantes se reflejan en las historias de vida que comparten con sus comensales.
Trabajan con productores locales y utilizan hierbas silvestres y tienen una huerta orgánica. El legado chaná, charrúa y guaraní es parte de su esencia como cocineros del litoral. De ellos aprendieron la importancia del cuidado de la tierra y la riqueza de la biodiversidad de la región. Por eso, trabajan con pescadores y recolectores artesanales, que día a día honran la memoria de sus ancestros. Para el concurso presentaron un plato llamado “Alquimia de Entre Ríos”, que incluye una tararira al vapor perfumada con yerba mate y citrus, con aire de miel y marcela, salsa de maíz y espuma de boniato, sobre una tierra de pecán y yatay, con un huevo de codorniz ahumado en nogal. El maridaje sugerido fue Baron B Brut Rosé.