Las altas temperaturas son ideales para estos vinos, que se sirven como aperitivo o forman parte de exquisitas preparaciones para disfrutar en casa.
El vino y el verano son un maridaje perfecto. El calor convoca a reuniones entre amigos y a disfrutar al aire libre. Para eso necesitamos un vino que refresque y sea fácil de tomar.
Las cepas blancas son quizás las que más se adaptan a esos momentos, sean Sauvignon Blanc, Chenin Blanc, Torrontés, Riesling o Viognier, entre otras.
Estos vinos en sí mismos convocan a paladares dispuestos a “piletear” o salir de picnic. Sin embargo, también pueden ser un ingrediente central en una gran variedad de cócteles que lo integran para disfrutar de un buen aperitivo.
La tendencia a desarrollar recetas que incluyen vino sigue en auge y cada vez está más presente en las cartas de bares y restaurantes. Es un factor positivo para la industria, porque mientras se consume vino blanco, se experimentan nuevos sabores y variedades en formatos no explorados.
Sin embargo, y a falta de bartender personal para la juntada con amigos, hay a disposición un buena lista de recetas sencillas con ingredientes que se consiguen cómodamente. Esto con el objetivo de alcanzar cócteles exquisitos que puedan ser preparados desde la comodidad del hogar.
El ejemplo más común de recetas tradicionales y en este caso, también popular, es nuestro característico melón con vino. La preparación conquista las tardes de pileta. Sin embargo, hay otras alternativas que pueden surgir como variables y merecen la pena probarlas. Vamos a descubrirlas.
Mojitos con vino
La receta no requiere muchas complicaciones. Se trata, básicamente, de reemplazar el ron con el vino blanco favorito. Como casi siempre que utilizamos vino para estos cócteles, es una alternativa que le agrega mucha frescura y liviandad. La significativamente menor graduación alcohólica del vino le dará al trago un carácter más amigable.
Se deben usar todos los ingredientes clásicos del mojito. Machacar hojas de menta con azúcar a gusto y agregar una copa. Preferentemente sin hielo. Todos los ingredientes deben ser enfriados previamente. Luego incorporar la soda y el vino. Finalizar con una rodaja de limón o lima para decorar y otorgar aroma. Hay una variante que prepara la limonada aparte, con soda y limón, y simplemente lo combina con el vino y se decora. Otra no reemplaza al ron, sino que lo integra con el vino en proporciones.
Batidos de frutilla
Está preparación clásica fue históricamente asociada al vino tinto. El “Borgoña” con frutilla tiene su variante también con vino blanco y es igualmente rico y refrescante. Como otros tragos con frutas, es ideal para el verano.
La preparación consiste en procesar las frutillas y dejar otras para cortar en trozos y luego enfriar esta mezcla con azúcar o almíbar de tipo casero. Finalmente se integra la mezcla con vino -ambos ingredientes bien fríos- y se sirve en copa. Se le puede agregar una hoja de una planta aromática.
Tequila sunrise
Como dijimos, la idea es poner a disposición tragos que sean accesibles para una tarde con amigos y cuyos ingredientes sean fáciles de adquirir. Cerrar con este tradicional cóctel en combinación con vino es una gran idea. La mezcla hace uso de la receta original pero debe agregarse un vino, sea Sauvignon Blanc o Chenin, una buena opción para estos casos.
La preparación consiste en agregar dos medidas de tequila y una o dos -dependiendo del gusto personal- de vino blanco. Esa mezcla se combina con una cucharada de jugo de limón y se completa con jugo de naranja. La receta original incluye granadina que si está disponible, mejor. Se sirve en un vaso trago largo o copa, con hielo.
¡A disfrutar las altas temperaturas!.