Cada país tiene un destilado emblema y un cóctel que realza a ese destilado. Desde México rescatamos está receta perfecta para no dejar al tequila en el olvido.
No es extraño que la bebida más característica de un país le de vida al cóctel más famoso. Sucede en Perú y Chile con el Pisco y el Pisco Sour. En Irlanda nació el Café Irlandés, que incluye whisky, en una de las zonas de mayor producción de este destilado.
En México, en la tierra del tequila, existe un trago muy popular llamado Paloma. Es tan popular que de hecho en algunas zonas se vende como cóctel listo, envasado en latas.
Esta receta, por supuesto, se sirve del tequila como licor base, pero luego incluye una serie de ingredientes que se contrarrestan entre sí para dar lugar a un muy buen sabor, refrescante y complejo, a pesar de la facilidad para prepararlo.
Su popularidad trascendió las fronteras de México y, como el tequila, se convirtió en uno de los cócteles favoritos en los estados estadounidenses de la frontera, como Nuevo México y Texas.
Sobre el origen de la receta, como sucede con tantos otros cócteles, no hay muchas especificaciones ni certezas. La teoría más difundida asegura que nació en Tequila, una pequeña ciudad del estado de Jalisco donde se atribuye también el nacimiento del destilado.
De esta manera, sería Javier Delgado Corona -el dueño de uno de los bares de la zona- el responsable de crear la receta en 1860. Desde Estados Unidos discuten la teoría y aseguran que fue un bartman de Texas llamado Evan Harrison el responsable de inventarla. Lo que sí se sabe es que fue el primero en incorporar la receta en alguna bibliografía, por aquellos años.
Se sabe que el cóctel Paloma no es el único que popularizó al tequila, y de hecho tampoco es el primero qué surge en la región. Tenemos el Margarita, el Tequila Sunrise y el Gimlet. Pero para los mexicanos viene siendo una referencia desde hace más de 200 años y mantiene su vigencia.
Receta
Para preparar este delicioso cóctel hay que incluir tequila, jugo de pomelo y jugo de lima o limón. Se prepara en trago largo y es necesario bordear la copa del vaso con sal. Algunos lo prefieren dulce y recomiendan agregar almíbar o azúcar.
Las medidas no están establecidas con rigor, sino que se permite jugar dependiendo la graduación alcohólica, acidez o dulzor que se prefiera. Lo bueno de este cóctel es como se contraponen los sabores de los ingredientes: ácidos, dulces, salados y secos.
El trago es popular y maleable ya que permite que el jugo de pomelo sea reemplazado por gaseosa del mismo sabor. Mientras que el jugo puede ser tanto de pomelo rosado como blanco. Algunos formatos más complejos le añaden los dos jugos: el de lima y limón, e incorporan también jugo de naranja. Este se lo conoce como Cantarito.
Para que sea una Paloma es necesario el tequila. Hay cócteles similares que combinan otros destilados y a esos ya se les reserva otro nombre. Por ejemplo el Galgo, que lleva jugo de pomelo y ginebra.
El uso del tequila en Argentina comenzó a perder fuerza con los años y fue reemplazado por otros destilados. Sin embargo, siempre está la posibilidad de volver a degustarlo de la mano de uno de los cócteles más refrescantes y con historia de México, la tierra del tequila.