Para aquellos que pasan sus vacaciones cerca del Océano Atlántico, hay algunas alternativas para combinar la playa y la vitivinicultura.
¿Quién dijo que la vitivinicultura argentina solo la encontramos en el oeste del país o entre montañas y sierras? Si bien Mendoza concentra el 70% de la actividad o la mayor parte de la actividad se da sobre el cordón montañoso de Argentina, podemos encontrar bodegas y viñedos en cada uno de los puntos cardinales de la geografía nacional.
Así como hace algunos días Los Andes mostró las rutas del vino en Salta, Córdoba, San Juan y Neuquén, ahora nos concentramos en lo que pasa en el este argentino, más precisamente en la provincia de Buenos Aires y los proyectos cercanos a la costa argentina.
Si estás de vacaciones cerca del Mar Atlántico, no todo se reduce al sol, la arena y el mar. Existe un plan alternativo para esos días en los que la playa no es la mejor opción y se trata del enoturismo.
¿Qué bodegas hay en la costa argentina?
Desde hace más de 20 años, cuando cambió la legislación que limitaba la actividad vitivinícola a Cuyo, comenzaron a revivir proyectos que habían quedado estancados en el tiempo y a explorar nuevas zonas. Así, aunque todavía incipiente, comenzó a desarrollarse la vitivinicultura costera, algo inusual en Argentina.
Gracias a esto podemos encontrar bodegas como Trapiche Costa & Pampa. Perteneciente a Grupo Peñaflor, uno de los más importantes del país, han logrado reconocimiento mundial, como el premio Wine Star Awards en la categoría de mejor bodega del nuevo mundo, en el año 2019.
Ubicada en las dunas de Chapadmalal, a solo 30 minutos de Mar del Plata, está abierta a las visitas, degustaciones y otras actividades relacionadas con el mundo del vino, con el albariño como uno de sus varietales más destacados.
La segunda la encontramos en Sierra de la Ventana, a pocos kilómetros de Bahía Blanca. Se trata de Bodega Saldungaray, donde se pueden realizar visitas y degustaciones. Este establecimiento cuenta con siete vinos que comercializan en la misma bodega, restaurantes y a través de la web. En el lugar también es posible encontrar frutales, a partir de los cuales se elaboran mermeladas, una línea de cremas humectantes producidas con aceite de semilla de uva y fragancias.
Antes de llegar a la costa también encontramos un interesante proyecto vitivinícola para visitar. Ubicada en Tandil, más precisamente en la Elena, en 2008 nació Cordón Blanco, una bodega familiar. En el viñedo conocido como Don Bosco es posible encontrar variedades como cabernet franc, merlot, sauvignon blanc, syrah, carmenere, entre otras.