El “Colo” fue elegido por Tim Atkin por el mejor del año. En una charla con Los Andes celebró el reconocimiento y habló del crecimiento de la vitivinicultura argentina en términos de calidad, entre otros temas.
En la jornada del martes, el prestigioso crítico inglés Tim Atkin presentó en sociedad su “Argentina Special Report 2021”. Muy esperado dentro de la industria y entre los consumidores de todo el mundo, este año presentó la novedad de que por primera vez le otorgó 100 puntos a un vino de nuestro país y se convirtió en el primero de Sudamérica en alcanzar tal calificación. Otro de los puntos que genera mucha expectativa es la distinción a los mejores del año, no solo vinos, sino también a sus hacedores. Y el más destacado en esta oportunidad fue Alejandro Sejanovich, quien se quedó en este 2021 con el título del enólogo del año.
El “Colo”, como lo conocen popularmente, está al frente de varios proyectos vitivinícolas a lo largo del país. Bodega Manos Negras, Teho, Zaha, Estancia Uspallata, Buscado vivo o muerto, Tinto Negro y Estancia Los Cardones es donde muestra su compromiso con el terroir desde Jujuy, pasando por Salta y Mendoza, hasta llegar a la Patagonia.
En una charla con Los Andes, el flamante mejor enólogo del país habló del reconocimiento personal, la distinción a Igneo 2018 de Estancia Uspallata como el descubrimiento entre los tintos, el momento de los vinos argentinos y los nuevos desafíos.
- ¿Qué significa para vos ser el enólogo del año en Argentina?
- Siempre es bienvenido recibir un premio de un periodista, obviamente que el premio más importante para mí es el del consumidor, cuando uno se entera que gustan los vinos y que quieren tomar nuestros vinos. El periodismo está expresando de alguna manera lo que los consumidores no pueden decir.
Sin duda es un orgullo para el equipo de trabajo que está en la bodega. Todo esto se construye en base a gente y viñas, pero sin lugar a dudas, el resultado de todo esto es por la gente. Personas de Mendoza, Jujuy, Salta y de cada lugar donde elaboramos vinos, gente de trabajo que cree en esto, en nuestro país, que disfruta de tomar y elaborar vinos.
- ¿Por qué crees que Tim Atkin te eligió como el enólogo del año?
- Yo a Tim lo conozco desde hace muchos años. De cierto modo, es como que empezamos juntos. Él empezó muy joven cuando yo empezaba en Catena. Creo que ha conseguido ser un prestigioso periodista de una sola forma: trabajando seriamente y con responsabilidad. Creo que él ve eso en común. Conoce mi trayectoria y sabe que siempre estamos en la búsqueda de calidad, en la búsqueda de prestigio para Argentina. A lo mejor, en función de eso y la elaboración de vino con estilos, calidad y gran diversidad, que son el estilo de vinos que él aprecia.
- Estancia Uspallata es uno de los trabajos más nuevos, pero ya consiguió reconocimiento, ¿qué representa este proyecto?
- Sin duda hay una búsqueda de diversidad y un encuentro de vinos en Argentina que tiene que ver con zonas frías, más que nada. De cierto modo, por más que no son una novedad, sino una realidad, es donde se consiguen vinos que salen del clásico. Son algo que sorprende, algo diferente y es algo a lo que se le está dando mucho valor.
Eso está bueno, porque le da una refrescada a la idea del Malbec argentino sin salir de la importancia que tienen los valles clásicos, sino como un refuerzo. Le da fuerza al país demostrando que hay una gran revolución en nuestros vinos, principalmente con el Malbec, y es una revolución continúa.
- A nivel industria, ¿qué significa que por primera vez haya un vino de 100 puntos?
- Primero es prestigio para Per Se, pero sin dudas sirve para darle prestigio a Argentina a nivel nacional. Nos sirve a todos que cada vez haya más vinos con máximos puntajes. Cuando yo empecé a trabajar el país no tenía vinos de 100 puntos y otros del nuevo mundo sí ya habían logrado esos puntajes altos. Que esté ocurriendo ahora en Argentina es el reflejo del trabajo de mucha gente en la industria, trabajo de excelencia. Es un resultado que es un camino que está en el inicio.
- Atkin dijo que el país está dando los mejores vinos de su historia, ¿coincidís con esto?
- Sí, aunque reitero que para mí es el inicio. Hay una nueva forma de interpretar a los vinos de Argentina y que tiene ver con la diversidad y la interpretación de los terruños. Esto es algo que recién ha comenzado, lo que quiere decir que se está desarrollando. Por lo tanto, hay todo un potencial y una energía muy positiva relacionada con esto, que se ve expresado en el crecimiento cualitativo de los vinos del país.
- Después de este reconocimiento, ¿qué sigue?
- Hay que seguir trabajando, es la cultura que yo tengo. Hay que seguir buscando nuevas cosas, lugares y seguir mejorando lo que estamos haciendo. Siempre hay que buscar la excelencia.