Como con cualquier alimento, el vino no está exento a algunos problemas o defectos en su elaboración. Malas condiciones de envejecimiento, fallas en algunos de los procesos químicos que se dan en la bodega, desperfectos en uno de los compuestos y otras tantas posibilidades pueden hacer que al destapar una botella no nos encontremos con una bebida en sus mejores condiciones.