En el primer cuatrimestre se comercializaron 6.247 hl de vino en este envase. Según los especialistas, bebidas frescas y frutadas son el secreto de este éxito. Seis bodegas se han sumado a esta presentación.
Con un acumulado durante el primer trimestre de 6.247 hectolitros (hl) según datos del INV, los despachos de vino en lata en el mercado interno comenzaron a equilibrarse en torno al 0,2% de participación sobre el total de vino fraccionado, duplicando el nicho que ocupa actualmente el bag in box. En este lapso se han comercializado por mes 1.561,5 hectolitros de vino en promedio (es decir, se han negociado 466.119 latas aproximadamente). De sostenerse la tendencia, el nuevo segmento cerraría 2020 con un acumulado de 18.738 hl.
Es un debut auspicioso para una de las grandes apuestas que ha realizado el sector vitivinícola para el presente año que, con mirada optimista, se ilusionaba a fines de 2019 con vender 17 millones de latas durante 2020. En enero se negociaron 1.762 hectolitros de vino en lata, alcanzando en marzo -inicio de la cuarentena- su pico más alto con 2.215 hectolitros. Respecto de los meses pares, como contrapunto, se observaron leves retracciones en las ventas (926 hl en febrero y 1.343 hl en abril) pero sin perder su porcentaje de participación en el mercado.
“Entendemos que este nuevo envase está ocupando un lugar en el mercado que se había perdido. Con diseños más divertidos, ofreciendo vinos frescos y frutados, con otra forma de comercializar los productos, han captado la atención del público joven. Siempre es positivo que la industria mejore y se modernice. El vino en lata ha tenido un debut muy bueno y llegó para quedarse. Seis bodegas han lanzado sus líneas de vino en lata y hay nueve bodegas más que lo están planeando hacer”, sostuvo el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Martín Hinojosa.
La reacción de mercado
Según relevamientos del mercado y los estudios que ha realizado la industria, el 67% de los argentinos toma vino. De ese universo, con una renovada dinámica de producto y packaging, las latas traccionaron la suba de las ventas durante el primer cuatrimestre en el segmento de los consumidores más jóvenes. Bodegas Bianchi, Fecovita, Santa Julia, Peñaflor, Viniterra y Blasfemia (de la cervecería Quilmes), fueron las primeras en testear la reacción del público compuesto principalmente por los centennials y millenials.
Al hablar del segmento joven, el gerente de marketing de Bodegas Bianchi, Adrián Cura, explicó: “Hemos tenido una experiencia positiva con New Age; tuvo una excelente aceptación en el trade. Aporta modernidad, accesibilidad y ocasiones que el envase de vidrio tiene negado. Pero la lata no es suficiente -en sí misma- para recuperar o ganar consumo del vino. Pienso que éste crecerá de acuerdo al qué y al cómo comuniquemos al consumidor actual que está buscando más ocasiones y frecuencia para disfrutar el producto”.
Por su parte, sobre sus proyecciones y la aceptación del producto, el jefe de la marca Dadá del grupo Peñaflor, Luciano Esses agregó: “Creemos que el vino en lata llegó a la Argentina para quedarse. Nosotros ya hemos cumplido con nuestras proyecciones anuales con nuestro espumante Dadá. Nuestros consumidores lo recibieron de manera extraordinaria, en donde la flexibilidad y comodidad hacen que lo puedan disfrutar en distintos momentos de manera más descontracturada”.
En tanto Eduardo Sancho, presidente de Fecovita, sobre el nivel de recepción de Dilema, explicó: “En nuestro caso la lata anduvo muy bien. Hemos formulado un producto a base de un vino blanco de bajo grado y un poco dulce. Creo que eso ha atraído sobre todo a los jóvenes. El vino en lata ha tenido éxito. Al principio hubo una tirada muy importante y actualmente la estamos reponiendo. Creemos que va a ser un producto que va a tener bastante aceptación entre los jóvenes y las mujeres, mientras que para la industria es una buena innovación”.
Aumento del consumo en el cuatrimestre
Los despachos de vinos en el mercado interno crecieron 1,1% durante el mes de abril. Los referentes del sector relacionan esta mejora con un cambio en los hábitos del consumidor, que permitió a la industria compensar la caída de las ventas en los negocios gastronómicos con un repunte notable de la consumición hogareña. En detalle, las estadísticas publicadas por el INV indican que en el cuarto mes del año se comercializaron 668.514 hectolitros, es decir 7.101 hl más que los negociados durante el mismo período de 2019.