En el marco del Día de la Mujer, Los Andes habló con referentes de distintas posiciones del mundo del vino, quienes dieron su opinión acerca del cambio que ha experimentado el ámbito en el que se desempeñan.
Como cada 8 de marzo, el mundo entero conmemora el Día Internacional de la Mujer. En el ámbito vitivinícola, un espacio mayoritariamente dominado por hombres, cada vez es más frecuente encontrar mujeres en puestos importantes, tomando decisiones para el mundo del vino.
En este contexto, Los Andes habló con algunas representantes de distintas bodegas de Mendoza, quienes contaron cómo ven hoy la vitivinicultura en todos los aspectos y qué cosas quedan todavía por mejorar para poder seguir creciendo.
Soledad Buenanueva, jefa de Enología de Bodega Dante Robino
La responsable de la enología de la bodega que fue adquirida por Quilmes, aseguró que “la industria está atravesando un proceso de cambio continuo, en un escenario mundial muy complejo, dentro del cual surgen constantemente nuevas oportunidades y desafíos para los distintos participantes del sector”.
En ese sentido, destacó: “Ante este panorama, siento que el rol de las mujeres es cada vez más importante, aportando una visión distinta y tomando un papel más activo en el desarrollo de la industria que no se veía en otras épocas”.
“Afortunadamente, en Dante Robino, encuentro un gran apoyo y tenemos la suerte de contar con un gran equipo que nos permite diseñar y proyectar ideas a largo plazo, buscando siempre lograr productos de gran calidad que se acerquen a las necesidades y deseos de los consumidores”, contó sobre su experiencia.
En cuanto a las cosas por mejorar, la joven enóloga opinó: “Entiendo que hay temas que se vienen tratando de mejorar, y seguramente con el tiempo lo vamos a lograr, como es la idea de tratar de arrimarse más a las necesidades de los consumidores, buscando una comunicación más simple o sencilla que atraiga ese público joven y descontracturado, sin dejar de lado el importante avance que se ha logrado en las últimas décadas en los vinos premium. Sin duda para seguir este camino de desarrollo, va a ser fundamental seguir trabajando muy de cerca con los productores para que acompañen este proceso con volumen y calidad”.
Cecilia Buj, dueña de Bodega Vinorum
Desde la perspectiva de la empresaria, “la industria vitivinícola ha crecido notoriamente en el último tiempo, generando más inclusión y compromiso con sus colaboradores y comunidad”.
“El trabajo en equipo es primordial, donde ya no se ven diferencias de género, por lo contrario, se complementan lo que los hace más eficientes y productivos. Hoy los paradigmas de la industria pasan por generar más conciencia sobre nuestra comunidad, desarrollar un círculo virtuoso sostenible que incluya el desarrollo económico, las condiciones sociales y ecológicas, la sustentabilidad en general”, manifestó.
Cecilia Acosta, gerente Agrícola de Grupo Avinea
La ingeniera agrónoma aseguró que hoy en día “la industria vitivinícola está viviendo en un momento de cambio, desde el recurso humano (mayor inclusión, y particular de las mujeres, en todos los puestos de trabajo) hasta los procesos en las que se realizan las diversas tareas en las distintas áreas de una bodega y finca”.
“Se está buscando cómo hacer más eficiente, más sustentable y más atractiva la industria para el consumidor, desde lo turístico hasta el comprador de vino. Cambiaría la forma de encarar los cambios buscando soluciones que sean disruptivas, arriesgadas e innovadoras y así juntos poder lograr una excelente sinergia para encarar los cambios que requiere la industria”, declaró.
Julia Halupczok, gerente General y enóloga de Bodega Casir Dos Santos
Para la experimentada enóloga, “la Industria Vitivinícola no está ajena a los inconvenientes que se viven en el país y en el mundo. A la inflación argentina se suma la mundial y la brecha cambiaria no nos beneficia. Además, la crisis del vidrio y los inconvenientes mundiales de logística han complejizado la planificación productiva y comercial; así y todo, es una industria que tiene una gran ventaja por los años de tradición, nos da la experiencia de haber pasado por distintos tipos de crisis y generar en sus protagonistas la templanza y la capacidad para encontrar siempre una salida y principalmente la posibilidad de sostenerse en el tiempo”.
“Pero a estos temas que hoy nos ocupan como ‘preocupaciones urgentes’, hay un tema mayor, al cual debemos ponerle atención de forma inmediata y sería el cambio climático y la crisis hídrica, principalmente en provincias como Mendoza”, sostuvo.
¿Qué cambios haría? Julia Halupczok respondió: “Más diálogo entre los distintos protagonistas, estableciendo objetivos comunes y trabajo en equipo en pos de ellos. La politización de las instituciones protagonistas no está ayudando a poner foco en soluciones prácticas e inmediatas”.
Andrea Ferreyra, jefa de Enología de La Celia
“Creo que hay aspectos muy positivos a destacar en nuestra industria, como la confianza y el crecimiento en el segmento de vinos de mayor calidad y autenticidad, un mayor estudio y caracterización de los diferentes terruños, una maduración en la comunicación de los ‘lugares’, un auge en los vinos blancos, una diversificación muy interesante en otros formatos de presentación del vino (BIB, lata, low alcohol etc.) que permiten el acercamiento a nuevos consumidores y por último la sustentabilidad en las prácticas de viñedos y bodegas que han llegado para quedarse”. dijo sobre su visión de la industria.
Y agregó: “También considero que hay oportunidades de mejora, que permitirían fortalecer al sector vitivinícola como una industria de relevancia para el país que necesita mayores facilidades para la obtención de insumos claves, maquinarias y/o repuestos de las mismas. También creo que sería muy positivo contar con más mano de obra especializada, y esperamos que las nuevas generaciones, se especialicen y se sumen al mundo del vino que es fascinante y aún hay tanto por explorar y aportar al mismo. Mientras tanto aquí en La Celia y junto a un gran equipo estamos trabajando y pensando en hacer cada vez mejores vinos, de mayor calidad y sin perder de vista la autenticidad de nuestro lugar”.
Acerca de los cambios, expresó: “Considero que será de gran ayuda promover la cultura vitivinícola, como valor agregado a la región y al país. La industria vitivinícola es muy relevante para la Argentina y sería muy importante contar con mayores facilidades para el sector que permita su crecimiento desde el trabajo de agricultores pequeños hasta las bodegas que empujan para posicionar al vino argentino en el mundo”.
Paula Borgo, enóloga de Bodega Séptima
Ante la primera consulta, la enóloga explicó: “Veo una industria consolidada, ofreciendo vinos ricos en todos los segmentos, haciéndose conocer por los vinos de alta calidad, creciendo en expertise de terruños, motivando el desarrollo de variedades más allá del Malbec. Una industria en expansión de nuevas indicaciones geográficas: hoy se elabora vino en 14 provincias de las 23 provincias argentinas. Además veo una industria creciendo en exportaciones, en el consumo per cápita de vinos de calidad y con excelentes propuestas enoturísticas, que hacen un gran aporte colaborando con todo lo que gira en torno al vino, porque para nosotros el vino es parte de nuestra cultura”.
Sobre los cambios que haría, sostuvo: “Creo y siento que vamos por buen camino, de todas maneras, tenemos que continuar creciendo en exportaciones hay una gran oportunidad en ese sentido. Y por otro lado, desde la comunicación como industria tenemos otro gran desafío que es atraer a los jóvenes al consumo del vino con mensajes y propuestas acordes a ese público”.
Valeria Corredera, brand ambassador de Bodega Dante Robino
Desde su rol, Valeria estimó: “La industria fue cambiando mucho, en especial estos últimos años, en los que las mujeres empezamos a ocupar lugares de protagonismo tanto en los equipos de enología y producción como en otras áreas. En Bodega Dante Robino, por ejemplo, somos muchas las mujeres que ocupamos roles importantes, desde nuestra jefa de enología Soledad Buenanueva, hasta los equipos de marketing, comercio exterior, o en mi caso, como embajadora de la marca”.
“Hace algunos años, cuando yo empecé en el mundo del vino, el hecho de ser joven y mujer me llevó a tener que perfeccionarme mucho en diferentes aspectos para ganar un lugar y un reconocimiento en el sector”, recordó.
Entre las cuentas pendientes, la embajadora de marca expresó: “Creo que todavía, más allá de que en muchas cosas se avanzó, hay algunos viejos paradigmas que hay que derribar, como asociar los vinos ligeros a las mujeres y los vinos fuertes a los hombres, y lo seguimos viendo incluso en muchas etiquetas de vinos dulces o rosados. En el servicio cada vez vemos más sommeliers que preguntan “quién va a probar” en vez de suponer que el vino lo prueba el hombre. Igual, creo que la industria tiene que seguir ‘desacartonándose’ y hacer foco en el consumidor, sus gustos, las distintas ocasiones de consumo y los precios, para atraer a cada vez más personas a este mundo”.
Nicole Monteleone, ingeniera agrónoma de Bodega Kaikén
La joven profesional de la bodega de capitales chilenos destacó: “La industria vitivinícola ha tenido un gran crecimiento en los últimos años, los vinos argentinos están siendo reconocidos en el mundo, y de a poco también se está viendo como la mujer se incorpora a la industria, especialmente en puestos estratégicos. Afortunadamente esto ocurre cada vez más y de hecho ya hay vinos elaborados por mujeres que están siendo reconocidos a nivel mundial. Si bien todavía falta ser más protagonistas, se le esta abriendo paso a las siguientes generaciones”.
Para Monteleone, no necesariamente hay algo puntual a cambiar. “Creo que tanto la industria como la mujer dentro de la misma van por un buen camino. Y hay continuar trabajando para seguir creciendo”, dijo.
Martina Galeano, enóloga de Casarena Bodega & Viñedos
La flamante incorporación de la bodega de Luján de Cuyo, declaró: “A la industria la veo de manera alentadora, viendo mujeres ocupando puestos gerenciales y directivos en bodegas y siendo líderes. Eso refleja un crecimiento plasmado en los últimos cinco o seis años de la mujer en el sector y la industria del vino”.
¿Qué cambiarían? “Creo que es un camino que recién está empezando, nos queda mucho por recorrer, hacer, modificar y dejar establecido, no volver atrás en nada. Todo lo que debemos crear y asentar es algo bueno para todos”, afirmó.
Verónica Ortego, enóloga de Mythic Cellars de Dartley Family Wines
La joven sub 30, ponderó: “Veo una industria que a pesar de estar atravesando un momento de crisis, a nivel global y en conjunto con otras industrias, con mucha fuerza, fuerza de superación constante y deseos de llegar cada vez mas a la excelencia. Hay mucho empuje, mucha confianza en los productores, profesionales y cada uno de quienes formamos parte en hacer algo incluso mas grande de lo que es hoy en día. Lo considero como un fiel reflejo de la pasión que tenemos quienes vivimos el mundo del vino día a día”.
“Cambiaria y mejoraría algunas condiciones generales dentro de la industria, pondría en foco y daría mucho mas valor al trabajo que se realiza en cada uno de los sectores que conforman a la industria vitivinícola en general”, estimó sobre las transformaciones que requiere la industria.
