El organismo lo comunicó porque, como parte del proceso, se debe dar un plazo de 30 días para que manifiesten su oposición quienes deseen hacerlo
Hoy se publicó en el Boletín Oficial de la Nación un aviso oficial de que la Bodega Vistalba ha solicitado el reconocimiento, protección, registro y derecho a uso de una Indicación Geográfica, correspondiente al área geográfica Vistalba. Esta IG coincide con los límites políticos correspondientes al departamento de Luján de Cuyo.
A partir de esta publicación del Instituto Nacional de Vitivinicultura, toda persona física o jurídica que justifique un interés legítimo, que estimara que alguno de los requisitos establecidos no han sido debidamente cumplidos, podrá formular oposición a su registro, por escrito fundado, dentro de los 30 días siguientes.
La Bodega Vistalba fue fundada en 2003 por Carlos Pulenta, tercera generación de una tradicional familia bodeguera, quien construyó el establecimiento en una finca familiar en ese distrito lujanino. En 2009, se incorporó al proyecto, como socio, Alejandro Bulgheroni, quien es dueño del 50% de la empresa. Pero Paula Pulenta, cuarta generación de la familia, es quien sigue al frente del emprendimiento. Padre e hija decidieron ceder la marca para que otros productores de la zona puedan utilizar ese nombre en la indicación geográfica.
En 1999, el INV emitió una resolución que estableció el Padrón Básico de las Áreas Geográficas y Áreas de Producción Preliminares que, por sus aptitudes para la producción de uvas, puedan pretender acceder a una Denominación de Origen Controlada (D.O.C.) o a una Indicación Geográfica (I.G.). Este listado fue ampliado en 2012.
Se parte del concepto de que el origen de un vino corresponde a “un conjunto de factores naturales que determinan su producción: la composición y la consistencia del subsuelo y del suelo donde la vid encuentra sus nutrientes; el clima que gobierna su desarrollo e influye de forma determinante en el mismo; la pendiente y la exposición del terreno que actúan sobre la higrometría y la incidencia de los rayos del sol, que afectan la maduración de la uva”.
La ley 25.163, cuyo organismo de aplicación es el INV, estableció un sistema de reconocimiento, protección y registro de nombres geográficos argentinos para designar el origen de los vinos y de las bebidas espirituosas de naturaleza vínica. De este modo se reconoce que el terruño de origen es fuente esencial de las cualidades de un vino y se protege los intereses de los consumidores sobre los productos que adquieren y de los productores de determinadas regiones o áreas, cuyos productos han logrado un prestigio reconocido atribuible a su origen.
La normativa establece tres categorías de designaciones:
- Indicación de Procedencia (IP): es el nombre que identifica un producto originario de un área geográfica menor que el territorio nacional, expresamente definida y reconocida por el INV, teniendo en cuenta límites administrativos y/o políticos de referencia, y podrá usarse en las etiquetas, sólo para los vinos de mesa o vinos regionales.
- Indicación Geográfica (IG): es el nombre que identifica a un producto originario de una región, localidad o área geográfica de producción delimitada del territorio nacional, no mayor que la superficie provincial o zona interprovincial ya reconocida. Sólo se justifica cuando determinada calidad u otras características del producto, son atribuibles fundamentalmente a su origen geográfico.
- Denominación de Origen Controlada (DOC): es el nombre que identifica el producto originario de una región, de una localidad o de un área de producción delimitada del territorio nacional, cuyas cualidades o características particulares se deben exclusiva o esencialmente al medio geográfico, abarcando los factores naturales y humanos.
