En el último informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura sobre los despachos en el mercado interno reveló las cifras de venta de vinos por cada tipo de envase. El crecimiento del bag in box y la caída del tetra y la damajuana.
El Instituto Nacional de Vitivinicultura reveló los datos del consumo local de vinos en el primer semestre del 2022, en comparación al mismo periodo del año 2021. En el informe se realiza una comparativa de los envases más comercializados en el país, que continúa mostrando el importante predominio de la botella.
En el informe se estableció que las ventas al mercado interno en los primeros seis meses se mantuvieron prácticamente en los mismos valores que los primeros seis meses del año 2021, con un aumento de apenas el 0,4%.
Sí bien cuando se habla despachos en el mercado interno la estadística refleja precisamente la venta de los productores a los puntos de venta; el análisis de estos datos semestrales permiten estimar de forma más o menos rigurosa el ritmo de las ventas hacia el consumidor final, más allá de las particularidades de cada mes.
Envases
Cuando hablamos de vinos fraccionados nos referimos a los vinos que se envasan en alguno de los formatos conocidos en el mercado nacional. Las distintas botellas, el bag in box , la lata, la damajuana y algún otro formato novedoso; todos son revelados en este informe.
Respecto a esta segmentación, en el acumulado semestral se manifiesta un aumento en las ventas de botellas y bag in box, mientras que el tetrabrik, la damajuana y la lata sufrieron una disminución en sus ventas.
En relación al bag in box, el aumento fue del 7,6% luego de que se vendieran 870 mil litros en este formato, cuando el año pasado fueron 809 mil litros. Se celebra a pesar de que sólo el 0,2% del vino argentino se vende con este envase.
El envase al que peor le fue durante este semestre fue la lata. Se vendió prácticamente la mitad de lo que se vendió en el mismo periodo del año pasado. Fueron 533 mil contra los 1.090.000 litros del año pasado.
También se vislumbra un retroceso en aquellos envases que no representan una porción mayoritaria de las ventas, como son el bidón, el sachet o el acero inoxidable.
La damajuana sufrió un retroceso del 7,1% durante el semestre. En total se vendieron poco más de 13 millones de litros y el año pasado fueron 14,2 millones.
El tetrabrik corrió al ritmo del vino genérico tinto, teniendo en cuenta que es el envase más utilizado para ese segmento de vinos. Por ende cayó más o menos en los mismos porcentajes: un 2,7%. Se vendieron 135 millones de litros, cuando fueron 139 el año pasado. Lo preocupante es que este formato representa el 35% del mercado interno.
El otro 61% (el otro cuatro son los otros envases), por supuesto, está cubierto con los distintos formatos de botella. La más común es la de 750 ml que sufrió un incremento del 6,5%, principalmente empujado por el aumento de los espumantes y los vinos genéricos. En cambio, los botellones de litro y 1,5 litros cayeron un 2,8%.
De esta manera, se ratifica el predominio de la botella mientras que los formatos tradicionales como el tetra y la damajuana, así como los que recién se imponen en el mercado como la lata, cayeron durante el primer semestre.