Durante la jornada del viernes, más de 35 expertos del mundo del vino evaluaron 247 muestras que aportaron alrededor de 130 bodegas de nueve provincias de Argentina. El domingo se conocerán los ganadores.
El Concurso Nacional de Vinos Guarda14 tuvo el viernes 29 de julio su primera edición. Durante más de cinco horas, el jurado encabezado por Cristina Pandolfi llevó adelante la compleja labor de evaluar alrededor de 250 muestras que llegaron de distintas partes del país.
En el Sheraton Mendoza Hotel, los 37 miembros del jurado integrado por enólogos, sommeliers, periodistas especializados y otros referentes de la industria vitivinícola del país comenzaron a evaluar bajo la fiscalización de la escribana Silvia Cervós las 247 muestras que cumplieron en tiempo y forma con todos los protocolos para poder participar.
Provenientes de distintas regiones de Mendoza, Chubut, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa, Salta, Río Negro, San Juan y Tucumán, 139 grandes y pequeñas bodegas enviaron sus mejores vinos para ser parte del certamen que nació con el objetivo de contribuir a la difusión de la actividad en todo el país, poniendo en valor y premiando a los mejores exponentes.
Camilo de Lillo, COO de Diario Los Andes, se mostró muy contento con los resultados de la primera experiencia del certamen y la aceptación que ha logrado en el sector, con una cantidad de muestras que superó las expectativas del equipo organizador. Además, el directivo de la empresa planteó su deseo de que la propuesta perdure en el tiempo.
“La idea surgió de nuestro equipo de trabajo, pero contó con el importantísimo aporte de la Ingeniera Agrónoma Cristina Pandolfi y un notable jurado integrado por los principales referentes de la industria. De alguna manera, es el resultado de un recorrido que venimos haciendo en esta maravillosa industria desde hace unos cinco años”, sostuvo De Lillo.
Desde su perspectiva, el Concurso Nacional de Vinos Guarda14 llegó para ocupar un espacio desierto dentro del mundo vitivinícola del país. “Interpretamos que la Argentina debía tener un concurso nacional de su bebida emblema y que Guarda 14 tenía mucho potencial para lograrlo. Además, para Los Andes representa un importante pilar dentro de su estrategia de nuevos productos y continuaremos realizando apuestas de este tipo”, destacó Camilo de Lillo.
Diversidad, calidad y reencuentro: lo mejor del Concurso
La evaluación de las muestras fue totalmente a ciegas. Cada uno de los jurados, divididos en siete comisiones de cinco personas (dos con seis integrantes), calificó alrededor de 35 vinos que fueron clasificados en categorías de acuerdo al contenido de azúcar residual de cada uno. Entre los ejemplares hubo tintos, blancos, naranjos, rosados, espumosos y dulces, y cada uno fue juzgado por la vista, el olfato, el gusto y una opinión general.
La presidenta del jurado, Cristina Pandolfi, vicepresidenta de la Sección Enología de la Academia Argentina de la Vid y del Vino, destacó la calidad y la diversidad geográfica de los participantes del evento: “Los vinos que se presentan a un concurso siempre son de una calidad superior, pero dentro de esos siempre hay algunos que se destacan. Esos son los que el jurado va a reconocer con una medalla. Por la cantidad de bodegas y regiones que se han presentado, tenemos una muestra del potencial vitivinícola del país”.
Para Mariano di Paola, de Rutini Wines y Bodega La Rural, este tipo de iniciativas “es algo que le hace muy bien a la industria del vino en Mendoza y todo el país”. “Estoy feliz de poder acompañar durante toda una mañana y reunirme con muchos amigos. Es para dest<Zacar el profesionalismo de Cristina Pandolfi para lograr mantener el secreto y la seriedad con la que se probaron los vinos. Nunca supimos cuál era cada uno, ni siquiera una pista”, ponderó el experimentado enólogo.
Francisco “Paco” Puga, flamante Enólogo del Año, según Tim Atkin, llegó directamente desde los Valles Calchaquíes de Salta para sumarse al concurso. “Me voy con cosas muy lindas, probamos una linda diversidad de vinos. Creemos que hay un muy buen perfil y quedamos muy contentos con la calidad”, dijo Puga. Desde su perspectiva, una sorpresa fue la escasa participación de vinos blancos entre las muestras: “Creo que Argentina tiene muy buenos vinos blancos y quizás nos faltó mostrar eso”.
Por su parte, José “Pepe” Galante destacó la posibilidad de volver a tener en la provincia un concurso de vinos de esta magnitud, como no sucedía hace ya varios años. “La iniciativa de volver a tener un concurso de vinos es para aplaudir. Tener este tipo de certámenes aporta mucho a la industria y es necesario. Genera una repercusión atracción necesaria en el mundo del vino”, sostuvo el enólogo de Bodegas Salentein. “La calidad ha sido excelente”, puntualizó sobre las muestras que le tocó probar y adelantó que hay varios que reúnen las condiciones para llevarse medalla de Gran Oro.
Otro de los que llegó a la provincia para poder sumarse al jurado fue Fabricio Portelli, sommelier y periodista especializado en vino. “Hacía rato que no participaba en un concurso. La dinámica me parece espectacular, poder probar y compartir una mesa con profesionales del vino. En el intercambio se aprende”, declaró. Y agregó: “Este concurso va a servir para poner sobre el tapete la importancia que tiene por dos aspectos: por un lado, la promoción de los vinos a partir de las medallas; y por otro, sirve como medida para las mismas bodegas, para que sepan cómo están respecto de los demás. Creo que en la próxima edición debería haber muchas más muestras, para poder hacer una masa crítica mucho más grande”, ponderó.
Cómo continúa la evaluación
Los ganadores se darán a conocer durante la jornada del domingo a través de Diario los Andes y Guarda14. Luego de la evaluación de los jurados, se inició la segunda etapa de la fiscalización que ha llevado adelante Silvia Cervós, quien será la encargada de revelar el puntaje que consiguió cada una de las muestras anónimas que probaron los expertos.
“Ahora continuamos revisando una por una las planillas de los jurados. A partir de ahí sacamos la puntuación media de cada planilla y la cargamos en un Excel para poder calcular el promedio de la muestra. Una vez que tenemos todos los cálculos, hacemos un ordenamiento de mayor a menor puntaje”, describió Cervós.
Una vez que cuente con esa información, la escribana estará en condiciones de determinar qué medalla le corresponde a cada muestra: Gran Oro para aquellos que tengan más de 95 puntos; Oro para los que hayan obtenido un promedio de entre 90 y 95 puntos; y Plata para aquellos que estén por debajo de los 90 puntos. Cabe aclarar que alrededor del 30% de las muestras podrán alzarse con el galardón, por lo que en este caso serán un aproximado de entre 70 y 73 los vinos que alcancen alguna distinción.
“Aunque todavía no hemos podido ver las planillas con detenimiento, porque estábamos concentrados en fiscalizar que todas las muestras salgan en perfecto estado para los jueces, podemos anticipar que hay muy buenos puntajes, algo que condice con la calidad de los grandes vinos que están participando del concurso”, anticipó Cervós.
Cabe recordar que la escribana es la única persona que conoce cuál es cada vino. Esto se debe al sistema utilizado para la evaluación. Al ingresar las muestras, se les otorgó un número de guía. Después, Cervós se encargó de darles una nueva referencia aleatoria y borrar todo rastro de identificación, lo cual sirvió para que cada jurado le otorgue un puntaje completamente a ciegas. Una vez fiscalizadas todas las planillas, la experta revelará el número correspondiente solo de aquellos que obtuvieron una medalla, lo que se conocerá mañana por este medio.
Acompañan el evento INV, La Enoteca, Fondo Vitivinícola Mendoza, Wine Institute, Academia Argentina de la Vid y el Vino, ACOVI, Enolife, Eco de los Andes, Bodegas de Argentina, Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, Maipú Municipio y RCristal.