Elizabeth Alexandra Mary tuvo momentos para alejarse del protocolo y las funciones de la corona. Su pasatiempo con los destilados, el “cóctel inglés” que más le gustaba y la historia del “mago de las bebidas” de la realeza.
Elizabeth Alexandra Mary fue durante siete décadas la Reina Isabel II del Reino Unido, hasta el momento de su fallecimiento el 8 de septiembre pasado. Sin embargo, a menudo podía volver a ser Elizabeth y disfrutar de los placeres más humanos. La gastronomía en general y los cócteles en específico formaban parte de ese combo.
Elizabeth heredó de su madre el disfrute por la gastronomía. La reina madre Isabel Bowes-Lyon (viuda de Jorge VI y quien ejerció ese cargo por 50 años) era una asidua bebedora de espirituosos, con la ginebra como bebida favorita. También bebía champagne y dubonnet (aperitivo francés a base de vino fortificado).
De ella sacó la pasión la reina Isabel, que tenía un cóctel favorito para la ginebra: el gin tonic. Tan de moda en la actualidad, la por entonces princesa ya lo bebía hace 75 años junto a su madre.
Herencia y un cantinero particular
La reina consorte Isabel Bowes-Lyon tuvo un mayordomo durante muchos años: William Tallon. El enigmático hombre era considerado en el palacio real como un excelente bartender y de hecho el obituario de su muerte (en 2007) en el periódico The Telegraph lo retrató como “un mago de las bebidas”. Sabía a la perfección la receta del gin tonic favorito de la reina madre.
La hermana de la reina Isabel, Margaret Rhodes, confesó que su madre era asidua bebedora de estas recetas y varios testimonios de trabajadores de Clarence House apoyaron la versión en un libro titulado Behind the Throne: A Domestic History of the Royal Household, del historiador Adrian Tinniswood.
No es extraño que la reina Isabel haya probado el encanto de la mano de Tallon y a partir de allí absorbiera la tradición de su madre.
Gin tonic y receta ideal
El trago favorito de la reina era el gin tonic y se decía que su momento para beberlo (el atardecer) era tan riguroso como el del té.
Se desconoce el porcentaje de influencia de la ginebra en el preparado, pero se cree que con el correr de los años y debido a su longevidad, la tónica fue prevaleciendo. El topping predilecto sería una rodaja de limón.
Lo que sí se sabe es la demanda especial que la reina tenía para con los bartender reales: la copa debía tener un solo hielo y éste debía ser redondo.
Ginebras reales
En 2020, inspirados en la simpatía de la reina por el cóctel, la organización Royal Collection Trust -responsable de financiar el mantenimiento de la colección de arte de la reina- elaboró una ginebra con insumos orgánicos obtenidos del Palacio de Buckingham.
La bebida destilada fue macerada con 12 botánicos, muchos de los cuales provienen del jardín de esa casa. Algunos de ellos eran el limón, bayas de espino y laurel, entre otras.
La Royal Collection fue la responsable de la producción, que se envasó en una distintiva botella adornada con flores. El precio de lanzamiento fue de 40 libras.