Como cada año, cada 6 de agosto los profesionales dedicados al agro festejan su día su día en el país.
Este sábado 6 de agosto, en el país se celebra el Día del Ingeniero Agrónomo, una celebración especial dedicada a todos aquellos profesionales dedicados al agro que se comparte con los veterinarios de Argentina.
¿A qué se debe la elección de esta fecha? La historia se remonta al año 1883, cuando comenzó en el país el dictado de la carrera de Agronomía en la Escuela Agrotécnica y Veterinaria “Santa Catalina”, en Lavallol, Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, que había sido creada en 1872 Eduardo Olivera, egresado de la Escuela de Agricultura de Grignon, Francia, y primer Ingeniero Agrónomo argentino.
El 6 de agosto de ese año comenzó a funcionar un instituto que fue creado por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dardo Rocha, mediante la Ley 1424/81. También fue el primero de los estudios superiores de veterinaria en el país, por eso también es el día de los profesionales médicos en la salud animal.
En el primer año de la carrera fueron 17 los alumnos que se anotaron, un número que se multiplicó a 51 al año siguiente. En 1887 egresaron los primeros diez Ingenieros Agrónomos y tres Médicos Veterinarios recibidos en el Instituto Agronómico Veterinario de Santa Catalina y, al año siguiente, el 6 de Agosto de 1888, rindieron examen de tesis.
En el año 1890, la institución fue trasladada a la ciudad de La Plata, donde comenzó a funcionar como Facultad de Agronomía y Veterinaria. Durante años, el festejo estuvo exclusivamente dedicado a los veterinarios, aunque el festejo también incluía a los agrónomos. Incluso, también fue compartido por los enólogos, quienes ahora festejan su día los 5 de mayo y 7 de septiembre.
Entre las principales tareas de un ingeniero agrónomo se destacan algunas como gestionar los recursos agropecuarios; manejar recursos naturales y su gestión sustentable; comprender y aplicar los principios de conservación y transformación de productos de origen agropecuario y, entre otras cosas, administrar sistemas comerciales de bienes y servicios del sector agropecuario para rentabilizarlos económica y socialmente.
En el caso del mundo del vino la figura de este profesional ha ido creciendo en relevancia. La tarea del agrónomo es trascendental ya que es quien interpreta cada una de las vides para conocer su comportamiento y satisfacer sus necesidades particulares a través de los trabajos agronómicos.