Un producto muy usado en la gastronomía actual y que está inserto en muchas dietas del mundo, debido a su gran sabor y beneficios en la salud.
La olivicultura es el conjunto de técnicas y conocimientos aplicados al cultivo del olivo. Contempla aspectos como la plantación, la poda o los injertos. Debido a la producción del aceite de oliva en Argentina se celebra por decrero el Día Nacional de la Olivicultura todos los 24 de mayo.
Para conocer más sobre esta práctica una de las cosas que incide en el aceite de oliva es la variedad de aceituna, ya que se considera un factor intrínseco que influye en el sabor del aceite que se obtienen. Luego están las técnicas culturales que se hacen para obtener el producto y esto ya se considera como factores extrínsecos que influyen en la calidad de la aceituna y, por ende, en el aceite obtenido.
Ni la poda ni la fertilización influyen directamente sobre la calidad del aceite obtenido, pero dependiendo de la cantidad de horas de luz que recibe el fruto este tendrá unas determinadas características organolépticas u otras. El riego sí influye directamente en la calidad de los aceites, cambiando su cantidad de polifenoles. El control de plagas y enfermedades también influye directamente en la calidad del fruto.
Beneficios del aceite de oliva
Los estudios a favor de la salud descubrieron que el aceite de oliva protege contra la inflamación, el estrés oxidativo y el riesgo cardiovascular provocados por el envejecimiento.
Los informes científicos aportan cada vez más pruebas de las propiedades beneficiosas del aceite de oliva para nuestra salud. Un equipo de investigadores del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba, España descubrió que el aceite de oliva presenta un efecto protector contra diferentes enfermedades. En su investigación se estudió cómo el aceite afecta a las proteínas plasmáticas de ratas jóvenes (6 meses) o viejas (24 meses), alimentadas a lo largo de su vida con dietas que contenían como fuente grasa aceite de oliva virgen o aceite de girasol. De esta forma comprobaron que en aquellos animales alimentados con aceite de oliva se redujeron los niveles plasmáticos de las proteínas de fase aguda (presentes en los procesos inflamatorios), en proteínas habituales en situaciones de estrés oxidativo (que ocasionan daño a las células) y las relacionadas con la coagulación sanguínea, el riesgo cardiovascular y con el metabolismo y el transporte de lípidos.
Gracias a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) y poliinsaturados (ácido linoleico), el aceite de oliva aporta otros importantes beneficios:
- Eleva los niveles de colesterol HDL (bueno)
- Disminuye el colesterol LDL-c (colesterol malo)
- Beneficia el control de la hipertensión arterial
- Reduce la aparición de trombosis y previene la aparición de diabetes