El reconocido cocinero, jurado de MasterChef, estuvo en la provincia para inaugurar la pizzería Pizza Paradiso en la bodega Piccolo Banfi.
En medio de un centenar de personas, un reconocido chef saca unas pizzas del horno de barro mientras que, de cerca, los viñedos de Agrelo (Luján de Cuyo) decoran la imagen. Se trata del italiano Donato de Santis, famoso en Argentina por ser uno de los jurados del programa televisivo MasterChef, y que vino a Mendoza para la inauguración de una franquicia de su pizzería Pizza Paradiso junto a la bodega Piccolo Bonfanti.
Con música italiana como telón de fondo, muchas personas buscaban sacarse fotos con el famoso cocinero. En medio de las selfies, Donato se hizo un espacio para hablar con este medio sobre cómo ve la cocina argentina y también la evolución de Mendoza, provincia que visita alrededor de una vez cada seis meses.
“Vine a la inauguración de Pizza Paradiso en Agrelo, en la bodega Piccolo Banfi. Es un ambiente muy relajado, con una vista espectacular y cercano al Gran Mendoza, para que la gente pueda disfrutar con amigos y familia”, comenzó Donato. Explicó que se trata de una pizzería con “una elaboración muy sana”, con hasta dos días de leudado para que la comida sea muy liviana, además de contar con productos locales.
La cocina es una pasión para muchos, y De Santis cree que esto es algo que se repite en muchos lugares del mundo: “Hay gente que en su vida diaria se dedica otra cosa, pero tiene la cocina como pasión de fin de semana o como hobby. Entonces hay un movimiento mundial que se dedica a la búsqueda de ingredientes, nuevas recetas y técnicas que prueban en su propia casa”.
Ante la pregunta de cómo ve la gastronomía en Mendoza, el chef señaló que hay “una gran evolución” debido a que los propios mendocinos comienzan a darse cuenta de que no es solo una provincia de vino, sino que “es definitivamente de vino y gastronomía”. En su análisis, la riqueza de los suelos con sus productos naturales tiene su correlato también en las propuestas que ofrecen los restaurantes entre comida y vino, y es algo valorado por turistas locales e internacionales.
“Si mirás, esta gente se une para charlar, para disfrutar, para intercambiar ideas, negocios, amistades, celebrando en una mano con una copa y en la otra con una porción de pizza”, mencionó De Santis señalando a las más de 100 personas en la apertura. Es que, señaló el chef, el vino y la comida son “como un matrimonio que no se puede disolver, no hay comida sin vino y viceversa”, de modo que el vino invita a ser consumido con una comida.
Por último, el jurado de MasterChef Celebrity habló también sobre la influencia de su país de origen con la gastronomía en Argentina: “Las influencias italianas, españolas o de otro lugares están, esas herencia se van transformando y se van adaptando, toman vida propia. Los platos siempre se adaptan al entorno, fíjate que una pasta en Argentina casi siempre incluye un trozo de carne al lado porque este es un territorio donde abunda este producto”.
“Encuentro la presencia italiana un poco remota, y eso no es un defecto, es una constatación real en un lugar donde estamos a 13.000 km de distancia de Italia. Estamos disfrutando un aire italiano con la pizza, pero rodeado de viñedos a los pies de los Andes. Se respire un aire mixto, o mejor dicho, un buen blend”, dijo sonriente De Santis.
Abrir una pizzería en una bodega
A 950 metros sobre el nivel del mar, la bodega Piccolo Banfi se encuentra sobre la calle Cobos, en Luján de Cuyo. Son 25 hectáreas de Malbec, Merlot, Cabernet Franc y otros varietales, con el terroir especial de Agrelo. Ese fue el lugar elegido por Donato de Santis para abrir su primera franquicia en Mendoza de su pizzería Pizza Paradiso.
Diego Banfi, director de Piccolo Banfi, comentó que el sector de la bodega pensado para el turismo había nacido con la idea de hacer solo degustaciones y picadas. Sin embargo, en octubre del año pasado, Donato viajó a Mendoza y le presentaron esa bodega en Luján de Cuyo. El panorama del lugar, rodeado de viñedos, convenció al chef italiano y así se inició esta apuesta, con una inversión inicial de alrededor de $ 25 millones.
La propuesta del espacio de comida será con dos ensaladas “bien italianas” de prosciutto y burrata, con albahaca, rúcula, propuestas livianas. A eso se suman entradas típicas del pueblo italiano de Donato, con aceitunas fritas rellenas de carne, croquetas rellenas de arroz con osobuco y croquetas trufadas. De pizzas, habrá ocho variedades como muzzarella, prosciuto, ajo y tres pizzas napolitanas distintas. De postre: tiramisú, mousse de chocolate o una pizza con Nutella.
“Para nosotros es un orgullo enorme que Donato quiera establecer este proyecto acá. Cuando él vino acá y vio el lugar dijo que le encantaba, y me avisó que sería un desafío poner una pizzería en medio de una bodega”, comentó Diego Banfi. Un aspecto llamativo del evento es que toda la música que sonaba en la inauguración era en italiano. Ante la consulta, el director de la bodega sonrió y dijo que, como su familia también era de origen italiano, habían estado pensando en una “playlist” de base.
Si bien una pizzería no suena como es la primera opción al pensar en el restaurante de una bodega, Banfi comentó que la idea era presentar una propuesta disruptiva, con opciones económicas con vinos a partir de $1.000 y pizzas de “mil y pico”, una propuesta accesible. “La idea es que acá se sirvan todos vinos nuestros, entonces nosotros tenemos un rosado, dos blancos, una línea de tintos, hacemos Aperol con el espumante nuestro, y se van sumar alguna cosita de proseco que vamos a armar especialmente para este menú”, adelantó Banfi.