Distintos certámenes internacionales reconocen la nueva era de vinos con arraigo en el pasado. Georgia, país donde nació el vino, es el más premiado.
La vitivinicultura ancestral puede ser reconocida en la actualidad, gracias a los vinos naranjos, los cuales volvieron a ponerse de moda y se expanden por todo el mundo. Los tradicionales vinos de Georgia -de dónde se cree que nació el vino- tienen su repercusión en todo el mundo y también en el propio país europeo donde se siguen produciendo con la misma técnica ancestral.
Premios internacionales recientemente han reconocido esta tradicional forma de verificar las uvas blancas que cada vez se consume más y que en Argentina tiene mucho por crecer. Recibieron buenas puntuaciones y distintas medallas, por ejemplo, del Concurso Internacional de Vinos y Espirituosos (IWSC por su siglas en inglés), así como de la revista Decanter.
Por supuesto, Georgia es la nación que más reconocimientos ha cosechado, teniendo en cuenta que estos vinos son una especie de sinónimo de su vitivinicultura. Los naranjos ya se producían hace 8000 años en esos territorios y hoy se siguen haciendo vinos similares.
Qué son los vinos naranjos
El vino naranja se elabora a partir de uvas blancas, las cuales se estrujan y se dejan con su piel y semillas, lo que es distinto a la elaboración de los blancos en el que la pulpa se separa del hollejo.
Al dejar las uvas con la piel y las semillas, estos vinos moldean sabores bastante diferentes a los de la elaboración tradicional de vino blanco, con mayor acidez, cuerpo y peso. La fermentación y la oxigenación va produciendo ese color ámbar en el caldo.
Premios
Para los premios de este año, el IWSC reconoció a vinos tintos, blancos y rosados, pero se está viendo cada vez más que los vinos naranja se llevan a casa más medallas. Este año se otorgaron dos de oro (una de Georgia y otra de Austria) y unas once medallas de otro tipo.
Se recibieron participantes de muchas regiones demostrando que la producción no se limita a un país o región en particular. Se otorgaron medallas a vinos de naranja de Japón, China, Italia, Francia, Austria y Georgia.
Los vinos se elaboraron con variedades de uva blanca, incluidas las más familiares Viognier, Grüner Veltliner, Tocai y Rousanne, y las quizás menos conocidas Longyan de China, Koshu de Japón y las variedades de uva Rkatsiteli, Kisi y Mtsvane de Georgia, las más tradicionales.
En Decanter, de las 14.859 entradas que obtuvieron alguna medalla, 66 fueron destinadas a este tipo de vino. Georgia se llevó 19 mientras que Eslovenia con 8 y Croacia junto a Italia con seis son de las más reconocidas. También otras de España, Grecia, Portugal, Francia, Grecia, Japón, Austria, China, Suiza, Polonia, Serbia, Bosnia e Israel.
También recibió un premio una etiqueta de Argentina, la única en este segmento. Se trata de un vino de Fiambalá, Catamarca, cosecha 2020.
