Martino Wines, una bodega “inquieta” que hace vinos para disfrutar

Martino Wines, una bodega “inquieta” que hace vinos para disfrutar

La bodega data de principios del 1900 y está ubicada en Luján de Cuyo, a solo 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. Se destaca por reivindicar variedades autóctonas en Mendoza, tradicionales de otras latitudes y poco usuales en el paladar argentino.

Martino Wines es una bodega de espíritu inquieto. Los inicios del proyecto se remontan al año 2001, cuando el emprendimiento nació de la unión de tres amigos con expertise en el manejo de los negocios y desarrollo de procesos, compartiendo además su pasión por el vino.

La construcción de la bodega, propia de fines del siglo XIX, se caracteriza por sus espesos muros de adobe, techos de caña y torta de barro.

Cuenta con dos viñedos: Finca La Violeta, en el corazón de Agrelo, con 7 hectáreas y media plantadas en 1926 donde producen exclusivamente Malbec, y Altos de Barrancas, ubicado en Barrancas, con un viñedo de 47 hectáreas de las cuales 38 están plantadas desde 1996 con diferentes variedades de uva.

Puesta en valor de cepas locales

Martino Wines elabora vinos de perfil europeo, explorando y revalorizando cepas inusuales en Argentina como Pedro Ximenez, Sangiovese, Garnacha, Petit Verdot, Cabernet Franc y un rosé de Merlot y Pinot Noir, a las que se suman un Malbec y un Marselan (hija del Cabernet Sauvignon y Garnacha tinta), haciéndolos protagonistas de sus vinos premium.

Al mismo tiempo, se trabaja en la línea icono llamada Baldomir, que representa los máximos exponentes de la bodega. “Son productos de nicho, con gran complejidad, elegancia y potencial de guarda. Productos únicos y excepcionales integrados por los vinos Terroirs Serie y el mayor exponente Baldomir Gran Malbec”, explica Fernanda Martino.

El equipo enológico está liderado por Sergio Montiel, con el asesoramiento internacional del italiano Attilio Pagli, considerado por Decanter como uno de los diez mejores enólogos del mundo.

Turismo & Gastronomía

La bodega abrió las puertas de su restaurante, ubicado en el mismo predio, un espacio relajado con una propuesta de disfrute amigable donde el vino es el protagonista y hay opciones de menú por pasos para vivir una completa experiencia de placer que invita a quedarse.

El restaurante está liderado por el chef Lucas Olcese, quien diseña especialmente el menú que varía según la estacionalidad. Cuenta con un salón central, una galería integrada y dispone también de mesas compartidas, una tendencia instalada en Europa que incentiva a que la gente comparta una comida, una charla, quedándose horas alrededor de las mesas comunales.

En materia de turismo, la propuesta de Martino Wines va más allá de mostrar las instalaciones de la bodega y el proceso de elaboración del vino: “Queremos que quien nos visite sea parte de nuestra impronta, nuestra cultura, de nuestra manera de vivir, compartiendo los vinos que nos gustan como familia, promoviendo un espacio entre amigos”, comenta Fernanda Martino.

La bodega está abierta al público de miércoles a domingos en tres turnos durante la mañana y también días feriados, con una duración de recorrido de una hora a hora y cuarto, dependiendo de la experiencia elegida:

  • “Experiencia Vinos Inusuales”: revaloriza cepas atípicas propias de Mendoza (Pedro Ximenez, Marselan, Sangiovese, entre otros)
  • ”Experiencia Single Vineyards”: compuesta por la línea de alta gama Baldomir, vinos de perfiles europeos, elegantes, complejos.

En tanto, el restaurante abre solo los mediodías, de miércoles a domingos. También está disponible para eventos privados y reuniones corporativas.

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