Bodega Enzo Bianchi, en el Valle de Uco, fue una de las seis que participaron en esta 19° edición de la competencia y recibió a los conductores con un almuerzo en los jardines de la casona familiar
No todas las pausas en el camino se hacen en los jardines de una bodega, disfrutando de un almuerzo en livings y mesas ubicados bajo la sombra de añosos árboles, con vista directa a unas hileras de viñedos y, en segundo plano, la montaña. Sin embargo, este fue el tipo de alto en la ruta que vivenciaron hoy, en la bodega Enzo Bianchi, de Los Chacayes (Valle de Uco), los conductores de los 80 vehículos que participaron en el Rally de las Bodegas.
A medida que fueron llegando, los corredores eran recibidos con bandejas con queso brie y praliné de quinoa, y pan con jamón crudo y pesto de rúcula; sólo dos de las tapas que eligió la chef Graciela Hisa para el menú. Y todo acompañado por los vinos Famiglia Bianchi Malbec, Cabernet Sauvignon y Viognier. Para resaltar: quienes tenían la pulsera que los identificaba como conductores sólo podían beber una copa y luego optar por otras bebidas sin alcohol.
Si bien esta es la primera vez que la Bodega Enzo Bianchi se suma a la competencia de autos antiguos que recorren los caminos del vino, Yanina Bianchi comentó que han sido parte de las 1000 Millas Sport, que se realiza en Bariloche, y que de hecho fueron de los primeros sponsors. Y agregó que, como varios autos se repiten, hay competidores que ya conocen los vinos de la familia, pero que esta ha sido una oportunidad para poder darles la bienvenida en la casa.
Es que el almuerzo –que siguió con un buffet de parrilla que incluyó lomo, pincho de lomo y tomaticán, molleja grillada y vegetales a la plancha; además de cazuelas de humita y pollo y panceta- se realizó en los jardines de la casona familiar, que se encuentra detrás de la bodega. Valentín Stradella, quien, junto con su hermano Eduardo, son de la cuarta generación de la familia Bianchi-Stradella, indicó que estaban muy contentos de poder recibir a los corredores y mostrarles la bodega que hace pocos años –desde 2017- tienen en el Valle de Uco y que se suma a la de San Rafael, con 90 años de historia.
Ochenta tripulaciones de la provincia, el país y también del extranjero participaron de la 19° edición del Rally de las Bodegas, organizada por el Club Mendoza Clásicos y Sport. El Park Hyatt Mendoza fue el sitio donde se realizó el cóctel de bienvenida, la largada de las tres etapas, la ceremonia de premiación y la cena de finalización de la carrera (esta noche). Pero, como su nombre lo indica, también fueron anfitrionas seis bodegas: Dante Robino, Estancia Uspallata, Trapiche, Bressia, Bianchi y Trivento.
Federico Briones, de Buenos Aires, quien conducía un Austin Healey, comentó que ya había venido a esta competencia unos años atrás, pero que no había alcanzado a apreciar todo lo que significa el vino y la cantidad de bodegas lindas que hay. Asimismo, destacó la buena atención y la organización de todo el evento.
Los competidores recorrieron 700 kilómetros, desde Uspallata al Valle de Uco, en vehículos que, en algunos casos, datan de principios del siglo XX, mientras otros son clásicos que marcaron una época en la industria automotriz mundial. La mayoría son, además, descapotables y las jornadas de ayer y de hoy arrancaron a las 8 de la mañana, hasta pasadas las 17.
Juan Luis Basombrío, quien es de Buenos Aires y participó por octava vez en el Rally, reconoció que la competencia es intensa pero que ninguna cosa que vale la pena se logra quedándose dentro de la zona de confort. A la vez, manifestó que disfruta de los paisajes, los viñedos, la gente y las pausas en el recorrido, en cada una de las bodegas.