La investigación publicada en una revista especializada trabajó sobre más de 1.800 voluntarios y comparó el vino blanco, el tinto y la cerveza. Los resultados.
Sabemos que darse el gusto de consumir bebidas alcohólicas no solamente implica un costo económico sino también de salud. Beber vino, cerveza o algún destilado aumenta la producción de grasa visceral (o grasa abdominal), que está relacionada con las enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, entre otras afecciones.
Sin embargo, no todos los tipos de alcoholes afectan de la misma manera. De hecho algunos hasta contribuyen en reducir el riesgo. A esa conclusión llegó un reciente estudio publicado en la revista Obesity Science & Practice, a cargo de la médica y profesora en la Universidad Estatal de Iowa, Brittany Larsen.
Para arribar a las conclusiones, la investigación recogió información de 1869 adultos blancos (casi un 60% hombres) de entre 40 y 79 años de edad que viven en el Reino Unido. De hecho, se tuvieron en cuenta los factores demográficos como el tipo de dieta, el estilo de vida y el consumo de alcohol. Obviamente, estos datos fueron contrastados con otros de altura, peso, composición corporal y muestras sanguíneas.
Entonces, si no todas las bebidas afectan de la misma manera, cuáles son las que generan más grasa abdominal o cuáles hacen crecer más la panza.
Vinos cervezas y licores
Como primera conclusión, el estudio reveló que el consumo de cerveza y licores si está asociado a niveles de grasa visceral. Esto debido a la alteración en los niveles de lípidos (grasas) en sangre (colesterol) y a la resistencia a la insulina.
Por el contrario, el consumo de vino no mostró esa asociación en los voluntarios analizados. De hecho, beber vino tinto incluso puede proteger al organismo de la acumulación de grasa visceral. Los estudios determinaron que los voluntarios que bebían este tipo de vino mostraron los niveles más bajos de grasa abdominal. Esto debido a una reducción de la inflamación y un aumento de las lipoproteínas de alta densidad.
Los voluntarios que manifestaron beber más vino blanco no mostraron este beneficio que si tiene el tinto. Pero su consumo tampoco incide en el aumento de la grasa. Es decir, no se ha registrado ninguna vinculación con la grasa abdominal.
Para concluir, si bien el vino blanco no manifiesta ese beneficio, el estudio sí reflejó que beber este vino podría ofrecer su propia ventaja en los adultos mayores: tener huesos más densos. Beneficio que no se encontró ni en cervezas, licores ni en el vino tinto.
Los beneficios siempre se manifiestan en raciones moderadas.