Así lo aseguró Germán Di Césare, enólogo de Bodega Trivento, en el cierre de la cosecha del año.
Bodega Trivento presentó su Reporte de Cosecha 2019, en el que destaca la benevolencia climática y la coordinación estratégica de todas las áreas de la bodega. Germán Di Césare, chief winemaker, y Cristian Linares, gerente agrícola, evaluaron en detalle el ciclo vitícola 2018/2019.
La vendimia inició el 30 de enero con buenas expectativas y culminó el 26 de abril con un 10% más de volumen de uvas de fincas propias y una excelente sanidad de las mismas.
Además, se destacó que como parte del plan de inversión agrícola, durante setiembre se plantaron 37 hectáreas de malbec, distribuidas según su destino final en Agrelo, Luján de Cuyo, (26 ha) y Russell, Maipú, (11 ha). Estas hectáreas de malbec se suman a las 99 ya plantadas en 2017.
La temporada 2018-2019 tuvo un promedio provincial de precipitaciones acumulado de 201,2 mm, inferior al histórico (267,7mm). Este valor representa un 25% menos de precipitaciones que en una temporada promedio.
La vendimia 2019 puede caracterizarse de "natural equilibrio" en cuanto a la acidez, pH y contenido de azúcar, en todas las variedades. Los perfiles aromáticos en general fueron frescos y las uvas tintas mostraron buen contenido tánico y alta intensidad en el color.
En resumen, en términos de cantidad, la variedad malbec representó casi el 45% de la producción total de lo cosechado en Trivento. De esta manera, la bodega se aseguró uva malbec de excelente calidad, sanidad y perfil organoléptico en todos los segmentos en los que elabora. Es importante considerar también que para esta vendimia entraron en régimen las 99 hectáreas de malbec plantadas en 2017 en Luján de Cuyo, Maipú y Rivadavia.
El detalle de las uvas
Malbec fue la tinta por excelencia de esta vendimia, "su tonalidad violácea se apreciará durante varios años en los vinos de alta gama", aseguró Di Césare. Tanto en Valle de Uco (y específicamente Paraje Altamira, Gualtallary, San Pablo y Los Sauces) como en Luján de Cuyo (en los distritos de Agrelo, Perdriel, Vistalba y Las Compuertas), esta uva entregó fruta roja fresca y madura, un potencial alcohólico menor que 2018 y una acidez naturalmente elevada.
Mientras que el cabernet franc y cabernet sauvignon de Valle de Uco presentaron un perfecto balance entre acidez y azúcar, buen color y taninos potentes. De igual manera, el pinot noir dejó lucir sus aromas a frutillas y suave acidez, gracias al bondadoso verano y a la altitud del viñedo en San Pablo (Valle de Uco).
Por su parte, las uvas blancas tuvieron un buen año, en especial por la sanidad de sus frutos. El potencial de alcohol fue medio, entre 13 y 13,5°GL, lo que permitirá vinos frutados y frescos.
Se destacaron chardonnay y sauvignon blanc de Valle de Uco, por su fina acidez y aromas a manzanas verdes, cítricos y flores.