Vinos en tubo: la pequeña gran innovación de la industria

Vinos en tubo: la pequeña gran innovación de la industria
Roon Van Rhee es responsable de ventas en Latinoamérica de una empresa que envasa vinos en tubos para consumo individual.

Una empresa comenzó a envasar vinos en estos pequeños envases. Todos los beneficios de esta presentación en una interesante entrevista.

La industria vitivinícola está en permanente innovación. La búsqueda por conquistar usuarios y adaptarse a las nuevas tendencias de consumo dan origen a otras formas de comercializar el vino, alejadas de la tradicional botella.

Sobre esta premisa trabaja Tubes, una empresa neerlandesa que envasa vinos en tubos para ofrecerlos a diversos clientes, atraídos por su innovación, facilidad de consumo, bajos costos operativos y otras ventajas.

El vino en tubo es una verdadera novedad y pretende con el tiempo consolidarse como un complemento de la botella. ¿Cuáles son las ventajas para el consumidor y la industria?. Lo explica el representante de ventas de la empresa para Latinoamérica: Roon Van Rhee.

El holandés tiene 45 años y llegó a Mendoza en 2009. Está en pareja con Cecilia Albino, hija del Dr. Abel Albino.
El holandés tiene 45 años y llegó a Mendoza en 2009. Está en pareja con Cecilia Albino, hija del Dr. Abel Albino.

-¿Cómo llegaste a Argentina y que te vincula con la vitivinicultura?

-Tengo 45 años y nací en Holanda. En 2009 un primo me sugirió viajar a Argentina. El cronograma de viaje abarcaba casi todo el país y terminaba en Mendoza. En ese viaje conoció a Cecilia Albino, su actual pareja e hija de Abel Albino. “Tuve una chispa”, reconoció. Tiempo después, apostaron a la relación y Roon se instaló en la provincia.

Esta experiencia le permitió conocer el mundo del vino como él lo describe: “desde atrás de la fachada”. Esto significa que quedó enamorado de las historias de los productores y su sacrificio para desarrollar el vino. Desde hace más de un año comenzó a trabajar con TUBES.

-¿Cuáles son las ventajas de TUBES?

-A veces querés comprar un vino y hay una botella que no conocés. Sentís la angustia de no saber si es una buena decisión. Hay una posibilidad de que no te guste y dejes la botella sin terminar, hasta que se echa a perder.

Los tubos te brindan la posibilidad de elegir en un mismo combo una diversa variedad de vinos, eliminando la angustia de la elección y facilitando cubrir la mayor cantidad de preferencias posibles, con el mismo volumen de una botella.

Otros beneficios

El producto también beneficia al consumo responsable, ya que al ser una sola copa la que se ofrece por intermedio del tubo, los usuarios la adquieren sabiendo que no están dispuestos a beber más.

Los tubos no solo sirven para el consumidor final. La empresa le vende este formato a bodegas para que sirva como muestra de sus productos en el exterior, a clientes como aerolíneas y cruceros, entre otros.
Los tubos no solo sirven para el consumidor final. La empresa le vende este formato a bodegas para que sirva como muestra de sus productos en el exterior, a clientes como aerolíneas y cruceros, entre otros.

Probar y probar

Este formato está pensado para una primera experiencia vitivinícola. Una persona puede introducirse en el mercado de estos productos a través de un kit de cinco tubos distintos, que pueden ser acompañados por una propuesta. Todo en una convincente presentación. Esto facilita que la industria le quite complejidad al vino y abra nuevos mercados. Los clientes se sentirán atraídos por el consumo, como sucede con otras bebidas. Este punto es clave.

Las justificaciones del vino en tubo no solo se limitan a la industria vitivinícola. Sino que también responde a tendencias de consumo de bebidas en general que tienden a la individualización, el ready to drink (listo para beber) y el comercio electrónico.

Los tubos no solo sirven para el consumidor final. La empresa le vende este formato a bodegas para que sirva como muestra de sus productos en el exterior, a clientes como aerolíneas y cruceros, entre otros. Su tamaño se adapta a distintos públicos y permite reducir significativamente el costo logístico, llegando a la misma cantidad de clientes.

Cuestión sustentable

También trabaja fuerte en la cuestión medioambiental. “Uno de los tubos, el de PET, es reciclado. Además, es un producto reciclable. Esto depende de la tradición de reciclar del país y del usuario. El poder del consumidor es muy fuerte y causa rechazo la sensación de contaminación”, asegura Roon. La empresa tiene certificación orgánica y se preocupa por el cuidado del medioambiente.

Los tubos de PET conservan la bebida entre 9 y 12 meses y los de vidrio unos 24 meses.
Los tubos de PET conservan la bebida entre 9 y 12 meses y los de vidrio unos 24 meses.

Calidad custodiada

Para envasar los vinos, se necesita un complejo proceso que quita al oxígeno del contacto con el vino, para mantener su preservación. Los tubos de PET conservan la bebida entre 9 y 12 meses y los de vidrio unos 24 meses.

Comercialización

Si bien actualmente no están disponibles en Argentina, es una novedad que puede conquistar nuestro mercado, como lo está haciendo en otras latitudes.

Roon considera que “si queremos posicionar el vino argentino, está bueno que las bodegas cuenten con este pack de introducción de marcas para ofrecer a posibles importadores o distribuidores, para que la promesa de una historia muy linda de la bodega se acompañe con un producto concreto”.

-¿Cómo podemos encontrarlo en un futuro?

-Con el producto desarrollado, la industria del e-commerce permitirá adquirir kits de degustación que te ofrezcan la historia de un vino o una experiencia, con un código de descuento para adquirir la botella completa. Es una introducción de marca. Ya hay experiencias de este estilo en otros países.

¿Te animarías a probarlo?.

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