La bodega se encuentra en Valle de Uco y desde sus inicios plantó viñedos para ser orgánicos. Este año cumplió 25 años con esta certificación y su enólogo nos cuenta cómo se hacen estos vinos.
Domaine Bousquet es la primera bodega argentina certificada en Agricultura Regenerativa Orgánica (ROC), enfocada en la salud del suelo, bienestar animal y equidad. Su compromiso con la agricultura regenerativa se refleja en prácticas como el compostaje y la reducción de labranzas.
El pasado 24 de octubre, sus viñedos cumplieron 25 años como orgánicos. Durante la jornada se realizó un evento que honró la historia de la empresa y la vitivinicultura como protagonista en la producción de vinos Valle de Uco.
Rodrigo Serrano Alou, el enólogo, conversó con Guarda14 sobre la implementación de estas prácticas sostenibles que buscan mejorar la calidad del suelo y la producción de vinos.
- ¿Cómo están trabajando actualmente el vino en Domaine Bousquet?
- Nuestro vino tiene una filosofía desde el día uno 100% orgánica y hoy día hemos sumado dentro de ese concepto la certificación regenerativa, que lo que hace justamente es conservar los suelos de manera natural con su estructura para lograr suelos vivos y no solamente centrarnos en el vino sino también en el suelo. Así que hoy día esa es nuestra premisa.
- ¿Desde que vos ingresaste hasta en la actualidad has notado algún cambio en estos vinos con esta certificación orgánica regenerativa?
- Por supuesto que uno siempre evoluciona y es lo lindo del mundo del vino que siempre hay una oportunidad de mejora, el desafío es constante y uno siempre puede mejorar.
Estamos convencidos de que el camino es la mejora continua y los vinos que hacemos por supuesto que año a año van mejorando, no solo por el desarrollo en la finca sino también por la tecnología adquirida en la bodega para poder acompañar ese desarrollo en el viñeguardo, respetarlo en la bodega y poder llevarlo a una botella que va a trasladarse al mundo para compartir un lugar en distintos lugares del mundo. Hoy día estamos en más de 50 países y si no tenés calidad es muy difícil que puedas entrar y mantenerte, así que definitivamente sí, el vino evoluciona para mejor y estamos contentos.
- ¿Todos los viñedos que tienen plantados son orgánicos regenerativos o es solamente una parte?
- El 100% de los viñedos propios de Domaine Bousquet, que son 300 hectáreas, tienen la certificación regenerativa. Actualmente, nuestra producción es del 65%, dependiendo del año, viene de fincas propias y el resto se adquiere.
Las fincas adquiridas todavía no han logrado la certificación pero sí las nuestras, entonces bueno, nosotros dividimos las elaboraciones por finca y eso lo que nos permite es tener identificados qué vinos son orgánicos y qué vinos no.
- En una visita a la bodega, ¿qué recomendarías tomar por primera vez?
Es una pregunta muy amplia y es una pregunta que depende, por supuesto, del tipo de consumidor. Hay consumidores que vienen acá y no beben vino, normalmente lo que buscan son vinos muchos más fluidos o vinos que sean más amables para un nuevo consumidor y después tenés vinos que son para consumidores experimentados porque tienen una estructura mucho más marcada, tienen un paso prolongado por barrica que les da una estructura diferente con una concentración que por ahí hay que saber entenderlo.
- ¿Hay algún vino que hayas creado desde cero?
- La bodega tiene una identidad y hay vinos que sí por ahí nacen del corazón de cada uno. Por ejemplo, la línea Virgen fue una corazonada, la línea Kosher nace de mano mía, pero con la idea de por ahí de los dueños. Hoy día hay un vino que todavía no sale al mercado, que sí fue un vino que por ahí soñé, pensé, creé y ya está en la botella esperando ser lanzado, pero por supuesto que todos los vinos acá adentro se hacen en equipo. Tenemos un equipo muy fuerte y muy importante, cada vino tiene la identidad de uno, pero quedaría mal decir que este vino es mío porque son todos vinos del equipo y si bien la idea puede nacer de uno, la terminamos concretando en un equipo de 190 personas que son las que estamos desde el principio hasta el final de la cadena y hay que ser agradecido con eso.
- Con respecto a la certificación Kosher para la gente que tal vez no es de esta religión, ¿qué significa?
- La única diferencia con el vino Kosher es que todo lo que son los procesos de elaboración, si bien salen de órdenes de trabajo como cualquier vino de Domaine Bousquet, las manos que van a tocar la bomba, que van a tocar la uva, que van a tocar las mangueras que hacen al vino o al tanque, son Kosher, hay un certificador que es el Rabino, que tiene su equipo de supervisores y ellos se van a transformar en nuestra mano de obra para ese vino particular.
- Por último me gustaría saber ¿cómo ves actualmente la vitivinicultura argentina a tu parecer y qué planean para el futuro?
- Veo una vitivinicultura muy unida, me enorgullece saber que la vitivinicultura argentina no se trata de bodega, se trata de una marca país, hoy día tenemos muchos grupos de colegas que trabajamos juntos pensando en una causa común que es que el vino argentino se haga fuerte en el mundo y salga de acá para el mundo con la calidad que corresponde. Entonces veo mucho futuro, demostramos que como Argentina, como país, haciendo las cosas bien, tenemos buenos resultados y se puede. Ojalá que sea un mensaje motivador para el resto de las industrias argentinas porque definitivamente hay futuro.