Cuáles son los beneficios que posee que hacen que cada vez más las bodegas se inclinen por lanzar su línea de cosmética.
El vino ha sido un compañero del ser humano desde tiempos inmemoriales, destacándose como el complemento perfecto para una variedad de alimentos y momentos especiales, ya sea en compañía o en solitario.
En la actualidad, el vino se ha convertido en un elemento integral de nuestra cultura y estilo de vida. Esta bebida, asociada a los dioses, estimula los sentidos y agrega elegancia y distinción a cualquier ocasión. Sin embargo, su valor va más allá del sabor, ya que se han estudiado durante siglos sus beneficios para la salud.
Según los expertos, beber vino con moderación puede ser beneficioso para la salud debido a sus antioxidantes, que protegen las células del cuerpo contra el deterioro y pueden ayudar a prevenir enfermedades como el cáncer.
Además, el vino tinto contiene resveratrol, un compuesto con múltiples beneficios para la salud.
Muchas personas optan por incorporar una copa de vino a su rutina diaria para aprovechar estos beneficios, considerando al vino como el elixir de la juventud eterna. Sin embargo, una forma interesante de disfrutar de sus propiedades es a través de la vinoterapia.
La vinoterapia utiliza las propiedades del vino y la uva en diferentes tratamientos para mejorar la piel, el bienestar y el cuerpo en general.
Se utilizan los residuos de la elaboración del vino combinados con agua rica en minerales para realizar terapias corporales que incluyen baños relajantes, masajes con aceites de uva y envolturas con extractos de semilla de uva.
Aunque muchas personas creen que la vinoterapia es un descubrimiento reciente, en realidad tiene sus raíces en la antigua Roma y Grecia, donde se experimentaba con el vino y la uva para tratamientos de bienestar.
Sin embargo, el tratamiento moderno surgió en los años 90 en Francia, especialmente en la región de Graves, cerca de Burdeos.
Beneficios de la vinoterapia
Los tratamientos de vinoterapia pueden tener diferentes objetivos: luchar contra las arrugas, combatir el estrés del día a día y depurar el cuerpo. La uva destaca por su alta capacidad antioxidante, gracias a su contenido en polifenoles que, además de realizar una función antienvejecimiento, también favorecen la relajación y depuración del organismo.
Los polifenoles también ayudan a activar la microcirculación de la piel y fortalecer los vasos sanguíneos, mejorando el tono y la elasticidad de la piel, así como la hidratación.
Además de los polifenoles, hay otras sustancias que confieren al vino sus importantes propiedades antienvejecimiento y reafirmantes, como son los bioflavonoides, los ácidos orgánicos y las fitoalexinas.
