No es una decisión fácil realizarse un tatuaje. Por eso, si sos amante del vino, a continuación van algunas propuestas para dejar una huella imborrable en tu piel.
Tatuarse no es una decisión que uno toma de un día para el otro. Generalmente, grabarse algo de forma definitiva en la piel debe tener una buena razón, puede ser meramente estética o conllevar un buen recuerdo, un amor, o por qué no un símbolo o una frase que nos motive. Es importante tener en cuenta, que es algo que nos acompañará de por vida.
Es importante saber, que si bien los tatuajes pueden quitarse, esto implica un trabajo que muchas veces supera ampliamente el precio de hacérselo.
Y en esto de los recuerdos importantes, o simplemente los placeres de los que uno disfruta en la vida, hay muchas personas que encuentran en la temática relacionada al vino, una excelente razón para grabarse la piel.
Y lo cierto es que las ideas abundan para reflejar el amor por esta espirituosa bebida. Desde la botella de ese vino preferido, que nos trae un recuerdo que atesoramos, o ese vino que compartimos con la persona que amamos en la primera cita, o simplemente ese vino preferido que cada vez que podemos compramos y disfrutamos con amigos o familia.
También se puede optar por una simple copa de vino tinto, en distintos tamaños puede representar claramente el amor por el vino.
También, como nos muestra @iristattooart en su página de Instagram hay tatuajes más arriesgados. Por ejemplo, el clásico sifón de soda, ese fiel compañero de los vinos no tan agraciados para fabricar el clásico sodeado.
O una copa pero con vino en movimiento, o también si lo que preferimos es lo sutil y monocromático la silueta de una copa puede ser una muy buena opción.
Y Mendoza, reconocida mundialmente como una de las ciudades del vino no podía estar exenta de este fenómeno de los tatuajes. Hablamos con África, de Pintatinta estudio (@pintatintastudio.arg) que contó un poco sobre cómo “pega” esta moda en la provincia.
“Hace un par de meses tatuamos a Gerardo. Él se hizo un tatuaje de una cepa, que partía desde la punta del dedo gordo del pie, le sube por la pierna, muslo, cadera, costillas, sube hasta el pecho, la espalda, bíceps y tríceps. De un lado la cepa está seca y del otro lado la cepa está viva y cuelga un racimo de uvas”, contó la referente del estudio de tatuajes y piercings ubicada en el centro comercial Palmares.
El motivo, sin dudas quedó como una anécdota, no solo por el tamaño del tatuaje sino por lo complejo del motivo. Según África, los más pedidos son “la copita de vino y los racimos de uva”, modelos de los que ha aumentado la demanda fuertemente.
Qué debes tener en cuenta a la hora de realizarte un tatuaje
- No lo toques. Trata de no levantar la venda o protección, mantenla en su lugar por el tiempo que te haya indicado tu artista - generalmente al menos por dos horas.
- Retira el vendaje. Hazlo con cuidado. Si se adhiere a la piel, intenta humedeciéndola con agua tibia para que se desprenda más fácilmente.
- Lava la piel. Es posible que veas algo de sangre o exudado, pero es normal. Lava suavemente utilizando tu mano y un jabón suave neutro.
- Sécalo bien. Seca la piel con una toalla de papel sin frotar ya que puede irritar o hacer sangrar la piel.
- Mantén tu piel humectada. Elige una pomada para tatuajes que ayude a estimular las células que regeneran tu piel y a la cicatrización de heridas. Aplica una pequeña cantidad suficiente para cubrir el área de manera uniforme.
- Límpialo regularmente. Lava, seca y humecta tu tatuaje con una pomada para tatuajes al menos dos veces al día durante tres a seis semanas e incluso después de que las costras se hayan caído.