En el inicio de este proyecto vitivinícola participaron 5 amigos, todos reconocidos enólogos de bodegas norteñas. En la actualidad, quedó en manos de Rafael Domingo, Claudio Maza, Mariano Quiroga Adamo y Francisco “Paco” Puga.
La palabra “mugrón” define al sarmiento de la vid, que se entierra por el extremo para que nazca una nueva planta. Bajo este significado, cuatro enólogos armaron un proyecto donde la suma de las partes da como resultado la magia final del vino “Mugrón”.
“Esto nació en 2012, en una de las tantas reuniones donde nos encontrábamos para hablar de vinos y nuestra visión del futuro de los Valles Calchaquíes. Éramos todos foráneos de Cafayate y decidimos radicarnos allí. Cada uno venía con su carga genética a enraizar en Cafayate, de ahí el nombre ´mugrón´. Empezamos con este juego de hacer un vino entre amigos, para la familia, la casa, para compartir”, explica Francisco “Paco” Puga.
Y agrega “De a poco, nos fuimos dando cuenta que era fácil romper la barrera de los egos personales y que, trabajando nuestras diferencias, se podría lograr un gran final, un vino donde la suma de las partes que aporta cada uno es sustancialmente mejor que las partes individuales”.
Puestos manos a la obra, el grupo de enólogos decidió entonces elaborar dos barricas por año o 500 litros en caso de no pasar por barricas. Los viñedos elegidos tienen entre 10 y casi 40 años de antigüedad y provienen de distintas zonas de los Valles Calchaquíes.
El primer Mugrón y sus sucesores
En 2013 cada uno de los amigos elaboró un vino particular con lo que más le sorprendió en el año, la mejor uva. “Esa tradición la continuamos cada año, nos juntamos y cada uno expone ante los otros por qué eligió ese vino, cuál fue la experiencia, lo nuevo, la curiosidad que lo llevó a seleccionar esos 500 litros y que lo quiere compartir con sus amigos”, dice Puga.
Así nació la primera añada: Mugrón Blend de Enólogos, con base de Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Tannat. “Fueron unas 3000 botellas, y luego en 2014 decidimos no sólo despojarnos de las técnicas de elaboración sino también elegir entre todos las mejores uvas del Valle Calchaquí, comprar una partida y elaborar con una técnica que quizás nadie había utilizado. Así nació el Mugrón Negro, el segundo vino que hicimos fermentado y criado en barricas”, agrega Paco.
Pasado un tiempo, Domingo, Maza, Quiroga Adamo y Puga se ilusionaron con la idea de mostrar también un blend del Valle Calchaquí, con uvas de diferentes viñas y utilizando un Malbec, pero a la nueva usanza. “Quisimos hacer un vino desnudo, sin roble, casi sin intervención humana, de viñas más naturales. Así nace Mugrón Pila, que para el léxico salteño calchaquí significa desnudo, andar descalzo por ejemplo es ´pata pila´. Con este vino quisimos mostrar un valle más moderno, más fragante, más crudo, con otras texturas no tan tradicionales”.
¿Qué otra sorpresa nos tendrá preparada este cuarteto de enólogos para el 2024? Para enterarte de todas sus novedades seguilos en @mugroncafayate
