Ligados a los tiempos de celebración, pero cada vez más consumidos en todo momento estos vinos espumosos presentan características únicas.
Los vinos espumosos –en Argentina, también llamados espumantes- están muy ligados al espíritu de celebración y las fiestas. Sin embargo, también se encuentran cada vez más presentes en el acompañamiento de aperitivos, con distintos platos en entradas o principales y, por supuesto, postres.
Aún siendo su origen reconocible y aunque sus características burbujas los hacen diferentes entre sí; ¿es fácil distinguir entre un Cava, un Champagne o un Prosecco?
Existen varios detalles generales vinculados a cada uno de ellos específicamente; algo que los hace únicos. A tomar nota.
Cava
La mayoría de los cavas son secos, de acidez media y con cierto carácter de ahumado. Además, el clima soleado garantiza una adecuada maduración de las uvas, evitando la adición de azúcar que se lleva a cabo en los champagnes para poder mostrar un paladar sedoso. Pocos cavas son elaborados para envejecer a largo plazo.
España es su país de origen, y se elabora mayoritariamente en Cataluña. La producción de cava tiene su núcleo en la comarca vinícola del Penedès, alrededor de Sant Sadurní d’Anoia, si bien se elabora en todas las zonas vitivinícolas catalanas y, en menor volumen, en las provincias de Álava, Badajoz, La Rioja, Navarra, Valencia y Zaragoza.
Se elabora con el método tradicional de segunda fermentación natural en botella, también conocido como método Champenoise (el mismo que el champán) que se utiliza en la elaboración de espumosos de alta calidad. Las uvas blancas utilizadas son, normalmente, Macabeo, Xarel.lo, Parellada, Malvasía y Chardonnay; mientras que las tintas, Garnacha tinta, Monastrell, Pinot Noir y Trepat. La variedad Trepat, únicamente podrá utilizarse para la elaboración de cava rosado.
Champagne
Las variedades de uva y sus condiciones determinan la acidez, el cuerpo medio y la poca graduación alcohólica de los champagnes. En sus largos periodos de envejecimiento evolucionan a sabores tostados que, combinados junto a sus notas frutales de manzana y limón, desarrollan una cierta complejidad, reforzada por una duradera crianza del vino en botella.
Las condiciones climatológicas tan inestables y extremadamente variables de una cosecha a otra obligan a utilizar en numerosas ocasiones uvas de diferentes vendimias que puedan asegurar la calidad del producto final.
El champagne viene de Francia y son aquellos vinos espumosos producidos exclusivamente de uvas cultivadas, vendimiadas y elaboradas como vino en la región de Champagne. Es la única región del mundo donde se produce exclusivamente vino espumoso.
El inventor del champagne fue un monje benedictino llamado Dom Pierre Pérignon quien, persiguiendo su objetivo de crear “el mejor vino del mundo”, pasó a la historia por su elaboración el 4 de agosto de 1693.
Las variedades de uvas más utilizadas son el Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier y se sigue, para su elaboración, el método Champenoise, de segunda fermentación natural en botella. Es el mismo método de elaboración que el tradicional. Sin embargo, únicamente los enólogos en Champagne pueden legalmente hacer constar en la etiqueta este procedimiento.
Prosecco
Desde 2009, la producción de Prosecco se divide en dos categorías diferentes: Prosecco DOC y Conegliano Valdobbiadene DOCG Prosecco Superior. Los términos Cartizze y Rive indican el origen de un viñedo excepcional. Estos vinos están destinados a ser consumidos cuando son jóvenes y frescos y no se benefician del envejecimiento en botella.
Italia es su país de producción, más concretamente en el noroeste del país, en una zona delimitada de 9 provincias comprendidas en las regiones de Veneto (Treviso, Venecia, Vicenza, Padua y Belluno) y Friuli Venecia Giulia (Gorizia, Pordenone, Trieste y Udine).
En 1868, Antonio Carpenè, fundó Carpenè Malvolti, la primera bodega en producir un Prosecco reconocido. Sus uvas más usadas son Glera (blanca, conocida con anterioridad como Prosecco) y, Verdiso, Bianchetta Trevigiana, Perera, Glera lunga, Chardonnay, Pinot Bianco, Pinot Grigio y Pinot Nero (única variedad tinta).
El Prosecco se elabora según el método Charmat, donde la segunda fermentación tiene lugar en tanques de acero inoxidable. Es más económico que el método tradicional o Champenoise, y adecuado para producir vinos frescos, afrutados de poca graduación y complejidad.
Fuente: www.selectuswines.com